El primer orador en el cierre de campaña de Javier Milei ayer en el Movistar Arena, fue el economista Alberto Benegas Lynch. En su discurso, el referente de La Libertad Avanza propuso que Argentina “corte relaciones con el Vaticano” mientras el Papa Francisco esté al frente de la Iglesia Católica y su Estado. Este jueves, el arzobispo de Buenos Aires, José Ignacio García Cuerva, le respondió con dureza y le pidió "aprender historia"

“Creo que habría que iniciar lo que hizo (Julio Argentino) Roca, que es suspender las relaciones diplomáticas con el vaticano mientras en la cabeza del Vaticano prime el espíritu totalitario”, había lanzado Benegas Lynch en línea con las críticas e insultos que Milei ya había proferido contra el Sumo Pontífice. 

La propuesta del economista fue recibida con una gran ovación por parte de los militantes de la Libertad Avanza que estaban presentes en el estadio de Villa Crespo. Pero también fue duramente criticada por varios sectores, entre ellos la propia Iglesia Católica. 

“Nos encontramos azorados con este cierre de campaña en el que propone alguien en nombre de ‘mi religión católica’, debe tener una religión privada, propia”, indicó el arzobispo porteño en diálogo con Radio Perfil.

“Yo quisiera romper las relaciones con la inflación, con la marginalidad”, agregó García Cuerva y remarcó que en este contexto que le toca atravesar al país se deberían “buscar puntos de encuentro” en lugar de buscar instalar “una nueva grieta”.

“Para los católicos la figura del Santo Padre, más allá de quien sea porque convencidos estamos de que acá interviene el Espíritu Santo, no es solamente una autoridad, sino que es nuestro pastor, nuestro referente universal”, explicó. 

Además, García Cuerva se refirió al ejemplo que utlizó Benegas Lynch y señaló que Julio A. Roca rompió relaciones con el Vaticano en 1884 cuando se promulgó la Ley de Educación N° 1420 y que luego “fue el mismo Roca quien restableció la relación diplomática 16 años después”. 

“Tenemos que aprender de la historia” porque “este tipo de enfrentamientos no nos sirve”, consideró. “Respeto cualquier motivación que tenga la gente para votar a su candidato, pero lo que me impactó fueron los aplausos y gritos de vivando con que respondieron a la propuesta de romper relaciones con la Santa Sede”, enfatizó. 

El arzobispo aseguró que “como argentino me asusta que en nombre de la libertad podamos aplaudir romper relaciones, quebrar vínculos, dejar de tender puentes”. Y cerró con un mensaje a la población: “No hay que dejar el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro, sino que también votar con los valores del Evangelio. Votar pensando en la solidaridad, los que más sufren. Votar pensando en que Argentina tiene que salir adelante. Para ello, propongo esto de que no dejemos el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro, que también seamos cristianos a la hora de elegir”.