Para recuperar terreno político y enfrentar a Alberto Fernández, Mauricio Macri se reunió con la iglesia, un sector aliado clave. En Casa Rosada, acompañado por su jefe de Gabinete Marcos Peña, el presidente recibió Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CAE), que se mostró muy crítico y le pidió que “la campaña electoral no impida poner la mirada en las necesidades urgentes de muchos ciudadanos”.

Asistieron al encuentro Monseñor Oscar Ojea, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el Vicepresidente I del Episcopado, Monseñor Mario Poli, Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Primado de la Argentina y Monseñor Carlos Malfa, Secretario General del Episcopado Argentino. También fue parte el Secretario de Culto de la Nación, Alfredo Abriani.

El encuentro para Macri tuvo una clara intención electoral, buscando realzar su liderezgo en parte de la Iglesia que supo lanzar fuertes críticas al modelo político y económico de Cambiemos. Si bien desde la CAE valoraron el encuentro "para intercambiar reflexiones”, se refirieron a la “delicada situación social y económica" que atraviesa el país.

Según detallaron en comunicado, la CAE "expresó al Presidente la necesidad de buscar soluciones a la grave crisis del momento actual, más allá del desarrollo del proceso electoral".  

En este marco, para la Iglesia "es necesario que se pueda mirar más allá de la coyuntura, y que la campaña electoral no impida poner la mirada en las necesidades urgentes de muchos ciudadanos".

Tras el cierre, la iglesia ratificó su compromiso de “rezar” por el país, “pidiendo que en este tiempo se trabaje especialmente por el bien común y privilegiando a los pobres”.

Por desde la Casa Rosada, informó que "el Presidente asumió el compromiso de seguir trabajando por la unión y la paz de los argentinos y, en ese sentido, pidió la colaboración de la Iglesia, que es un actor fundamental para ayudar a la cohesión social".