A tres días del balotaje, La Libertad Avanza continúa sembrando dudas respecto al proceso electoral. Este jueves, los apoderados de la fuerza política, Karina Milei y Santiago Viola, denunciaron un “fraude colosal” en las elecciones generales y apuntaron contra la Gendarmería.

Sin pruebas y basados en supuestas denuncias anónimas, los dirigentes del partido de ultraderecha acusan a aquella fuerza de seguridad de “alterar los resultados” en las actas correspondientes a la primera vuelta, en complicidad con jefes regionales y a cambio de dinero.

Según consta en la presentación judicial, en varios distritos la Gendarmería habría tidado a la basura el acta firmada por las autoridades de mesa y los fiscales de todas las fuerzas, y reemplazado esas actas por otras en las que, supuestamente, se perjudicó a Javier Milei.

“Y aquí aparece la Gendarmería Nacional Argentina. En ese momento, durante un tiempo, el necesario, cambian el contenido de las urnas y la documentación por otras que modifican a favor del partido gobernante y de Sergio Massa, lo cual altera considerablemente el resultado electoral”, aseguraron desde La Libertad Avanza. 

Además, sostuvieron que estas presuntas irregularidades se dieron en mesas porteñas, en la provincia de Buenos Aires, Chaco, Tucumán, a las que describieron como “las provincias más beneficiadas por los planes sociales”, sumado a Santiago del Estero, La Rioja, Jujuy, Santa Cruz, Formosa. 

Frente a ello, pidieron a la Justicia Electoral que sus fiscales puedan custodiar las urnas hasta el centro de cómputos y que cuando las urnas y bolsines lleguen a las oficinas de correo, se bloqueen las puertas y ventanas, y que sus fiscales tengan la posibilidad de "custodiar las puertas todo el tiempo que las urnas permanezcan en él”. A su vez, pidieron la intervención de la Armada y la Fuerza Aérea para la custodia de las urnas. 

Por su parte, la jueza María Servini autorizó a fiscales de La Libertad Avanza a acompañar el seguimiento de las urnas, pero recordó que las actas no van dentro de la urna sino en un bolsín que el Correo Argentino sella delante del presidente de mesa con un precinto inviolable, donde se coloca el padrón, el acta de escrutinio, los votos recurridos e impugnados y las actas complementarias. 

De esta manera, la magistrada destacó que Gendarmería sólo custodia, pero no toca los bolsines ni la urna.

Lo cierto es que la denuncia no tiene sustento material pero corresponde a una estrategia que hace tiempo viene pergeniando la fuerza política que lidera Javier Milei: sembrar un manto de duda y la idea de fraude. 

La jugada no es nueva, ya lo hicieron Jair Bolsonaro en Brasil y Donald Trump en Estados Unidos cuando perdieron las elecciones presidenciales en sus países con la intención crear un clima de tensión social y debilitar la legitimidad del resultado electoral en caso de que sea adverso.