Los 16 mandatarios provinciales peronistas que conforman la Liga de Gobernadores convocaron a todos sus pares provinciales a una reunión el próximo lunes a las 17 horas en el Consejo Federal de Inversiones para reforzar “el pacto democrático” y repudiar el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.  

En la misma línea que el presidente Alberto Fernández, los mandatarios provinciales aseguraron que el hecho es consecuencia de “la proliferación de campañas sistemáticas de odio y violencia, la convergencia inusitada de injurias, agravios y acusaciones infundadas” que “promueven un clima propicio para ejecutores dispersos o programados pero que responden a colectivos sociales, políticos e ideológicos”.

El texto fue firmado por Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Uñac (San Juan), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Gustavo Sáenz (Salta), Gildo Insfrán (Formosa), Jorge Capitanich (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Alicia Kirchner (Santa Cruz). 

Los gobernadores coincidieron en la necesidad de “esclarecer de inmediato los móviles y la eventual existencia de autores intelectuales” del intento de magnicidio contra Cristina Fernández y pidieron un rápido accionar de la Justicia.

“Este hecho de inusitada gravedad institucional requiere un protagonismo activo del sistema político para recrear un pacto democrático por la paz, el respeto irrestricto de los derechos humanos y la plena vigencia de las instituciones democráticas”, remarcaron.

Además, sostuvieron que el hecho “debe constituir un punto de inflexión política en la República Argentina”. “El límite es la intolerancia. El límite es la incitación a la violencia”, setenciaron.

“No es posible construir una sociedad democrática mediante la proliferación de discursos que destilan odio”, destacaron. 

“La violencia verbal en los medios de comunicación, en la justicia y en la política engendra violencia física, irracionalidad colectiva y hechos que alteran la paz social”, agregaron al considerar que “este es el acontecimiento más grave ocurrido en estos casi 39 años ininterrumpidos de democracia”.

“No podemos aceptar de ningún modo la degradación del pacto democrático ni tampoco podemos aceptar la proliferación del odio y de la violencia. Argentina es una tierra de paz. De nosotros depende mantenerla y sostenerla”, concluyeron.