La ciudad y la provincia de Buenos Aires son territorios con electorados disímiles y los resultados de las elecciones legislativas de este domingo no son directamente trasladables de un distrito a otro. Sin embargo, el crecimiento de La Libertad Avanza y la dificultad del peronismo para presentarse como una alternativa a nivel nacional frente al gobierno de Javier Milei es innegable. 

Durante la campaña porteña, Leandro Santoro intentó alejarse de la interna que marcó al peronismo durante los últimos meses y mostrar una fuerza unida para enfrentar “la política de crueldad”. Su estrategia no fue suficiente y no pudo ganarle a una derecha que fue dividida en al menos tres listas con diferentes grados de peso político. Este desenlace encendió las alarmas del Justicialismo que ahora enfrenta un fuerte desafío en la provincia de Buenos Aires, donde las disputas entre el cristinismo y el kicillofismo protemen una dura negociación para conformar las listas y podrían definir el resultado de las elecciones en territorio provincial. 

Sin las PASO, el peronismo deberá definir si conforma una lista de unidad o si dejará que ganen las internas e ir separados. Hoy el escenario es incierto y parece que todo puede suceder. Cristina Fernández de Kirchner no descarta ser candidata a legisladora provincial por la tercera sección electoral, pero su presentación es resistida por varios alfiles del peronismo e intendentes del Conurbano encolumnados detrás de Axel Kicillof. 

Por su parte, desde Gobernación aseguran no tener ningún problema con una eventual candidatura de la ex presidenta y sostienen que “si Cristina quiere ser candidata, que lo sea”, aunque al mismo tiempo advierten que para poder conformar una lista de unidad, debe ser una “unidad real”. 

“Si alguien viene con una lista armada a dedo y te dice vos quédate ahí como un boludo, eso entonces no es unidad”, exclamó un funcionario cercano a Axel Kicillof. "Para que haya unidad hay que sentarse a dialogar en serio y respetar la figura del Gobernador", remarcó. 

Además enfatizó que “la campaña la va a hacer Kicillof”, independientemente de los nombres que conformen la lista del peronismo. De esta manera el kicillofismo abrió el paraguas y le marcó la cancha a Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora. 

La pulseada CFK-Kicillof por la conformación de las listas comenzó y pone en jaque al peronismo

Mientras tanto, desde las filas de Máximo Kirchner intentan bajar la tensión y los enfrentamientos discursivos. Teresa García afirmó este lunes que desea “una foto de Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof el 7 de septiembre” y opinó que "para seguir gobernando con este modelo de Milei, necesitamos que el peronismo esté unido". 

A pesar de estos dichos, la senadora provincial no perdió oportunidad para criticar la decisión de Axel Kicillof de desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires a raíz de los resultados de CABA. Como respuesta, en Gobernación resaltaron que el único oficialismo que perdió  las elecciones locales fue el PRO en territorio porteño y que en las provincias como Salta, Jujuy, Chaco y San Luis ocurrió exactamente lo contrario. En otras palabras, los pases de factura siguen.  

Pero la interna y las listas no son la única preocupación del peronismo. En Provincia ven con temor y toman nota de la poca participación ciudadana en las elecciones legislativas que se celebraron durante el año. 

“Nos preocupa muchísimo obviamente la falta de voluntad de muchos ciudadanos en dirigirse a las urnas”, reflexionó el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco. En conferencia de prensa, el funcionario de Axel Kicillof condieró que la escasa concurrencia del electorado “afecta la legitimidad democrática de los resultados” y que uno de los desafíos de cara al 7 de septiembre, fecha de las elecciones provinciales, será lograr que más personas se acerquen a votar. 

“No solo lo vamos a trabajar a través de la divulgación y de la importancia de votar, sino también efectivamente con nuestros intendentes o más bien con todos los intendentes porque independientemente de la de la fuerza política a la que pertenezcan, me parece que, como lo decía antes, afecta la legitimidad de los resultados. No es lo mismo sacar un 30% con 50% del padrón que sacar un 30% con 80% del padrón, la legitimidad de origen es distinta”, sentenció.

La pulseada CFK-Kicillof por la conformación de las listas comenzó y pone en jaque al peronismo

De todas maneras, Bianco opinó que “lo que pasa en la ciudad autónoma de Buenos Aires no es extrapolable, ni mucho menos, a la provincia de Buenos Aires” dado que “la situación política no tiene nada que ver”. 

El peronismo bonaerense espera que el perfil productivo de la provincia tenga injerencia en el resultado electoral. El ministro de Gobierno se mostró confiado en que en territorio bonaerense, la Libertad Avanza no va a correr con la misma suerte que en la ciudad de Buenos Aires porque el impacto económico del ajuste de Javier Milei “se siente más” en la PBA y en su actividad económica. 

De todas maneras, el justicialismo pone un ojo sobre las negociaciones que llevan adelante LLA y el PRO dado que un acuerdo entre las principales fuerzas opositoras al gobierno de Axel Kicillof podrían significar un peligro para el peronismo bonaerense, más aún si el PJ no logra acordar una lista de unidad. 

Lo cierto es que a partir de 2023 y los primeros comicios legislativos provinciales de 2025, el peronismo resiste el avance de la derecha en tan solo cuatro jurisdicciones: La Pampa, Formosa, Santiago del Estero y Buenos Aires. Allí el desafío será lograr la unidad -que hoy no está asegurada- para poder presentarse como alternativa nacional a La Libertad Avanza no solo para octubre de este año sino para 2027.