Luego de una semana caliente, en la que la corrida cambiaria llevó los tipos de cambio paralelos a nuevos récords, con el consecuente impacto inflacionario y una nueva disparada del precio de los alimentos, los movimientos sociales y trabajadores formales y de la economía popular reclamarán el próximo lunes por la emergencia alimentaria y un cambio en las relaciones del país con el FMI. La jornada de lucha fue convocada en los últimos días por la UTEP y la CTA Autónoma, y los organizadores hablan en la previa de una convocatoria que podría rondar entre las 100 y las 120 mil personas.

El año pasado, cientos de miles de trabajadores se movilizaron en la misma fecha en lo que fue una multitudinaria jornada de lucha. La convocatoria entonces era por Tierra, Techo y Trabajo, y la diferenciación entre una política económica de generación de empleo y el reconocimiento de las nuevas formas y relaciones laborales bajo las cuales millones de argentinos y argentinas se ganan la vida todos los días. Este lunes, el grito de los trabajadores en su día será contra el hambre y el FMI, como dos eslabones de una misma cadena, por una mayor asistencia alimentaria en los barrios y porque la emergencia deje de ser la letra muerta de una ley y materialice para contener la inestabilidad y el riesgo social que hoy observan en los sectores populares. La diferencia entre ambos contextos y los reclamos evidencia el estado de deterioro de la situación política y social desde el primer de mayo del 2022 hasta hoy.

La UTEP y la CTA Autónoma copan la 9 de Julio por la emergencia alimentaria contra el FMI

“Este primero de mayo será una pequeña muestra de lo que va a ser la lucha que se viene cuando cualquier gobierno decida profundizar el ajuste. Estamos preparados porque tenemos la experiencia histórica” señaló en este sentido Esteban “el Gringo” Castro, secretario general de la UTEP. La advertencia es clara y explícita: cualquier gobierno significa, quizás principalmente, el propio gobierno del FdT, responsable hoy por  hoy para las organizaciones de estar aplicando un ajuste exigido desde Washington y que pone en riesgo la estabilidad social en el país. “Hoy tenemos un serio problema en términos alimentarios en nuestros barrios, no está llegando la comida” expresó Castro en ese sentido.

Desde la UTEP señalaron que “en la semana previa al primero de mayo se realizaron múltiples asambleas en las unidades productivas y barrios populares de todo el país para luego marchar en un gran marco de unidad, para exigir respuestas concretas hacia las y los trabajadores que no estamos dispuestos a retroceder en nuestros derechos mientras se siguen haciendo concesiones al FMI y la emergencia alimentaria se vuelve insostenible”.

En esa línea, el planteo central en la movilización del lunes será un pedido por la emergencia alimentaria y el enemigo principal el FMI. “El acuerdo con el Fondo no puede significar que las mesas de los argentinos se sigan vaciando. El hambre es el crimen más atroz” señaló a Diagonales un encumbrado dirigente de la UTEP, y agregó que “o se reformula el acuerdo o nos vamos a la B”.

La UTEP y la CTA Autónoma copan la 9 de Julio por la emergencia alimentaria contra el FMI

Una mirada rigurosa podrá plantear que la emergencia alimentaria ya fue declarada en el país ni bien asumió el FdT, en lo que fuera una de sus primeras movidas que esperanzaron con un horizonte de salida a la crisis que dejó el macrismo. Sin embargo, para quienes sostienen las organizaciones y los comedores día a día en los barrios esa ley es hoy prácticamente una letra muerta. “Más allá de las leyes, no hay comida en los barrios, el estado no está entregando, la Tarjeta Alimentar demostró que no es eficiente, hay hambre, y el Fondo solo quiere reducción de inversión social” señaló a este medio un importante dirigente social, y advirtió que “con ley o sin ley, si no hay comida la inestabilidad es un riesgo social muy grande”.

En el marco de la convocatoria a la movilización del lunes, desde el Movimiento Evita señalaron que “vemos imprescindible decretar la Emergencia Alimentaria en todo el territorio y garantizar las cuatro comidas para todos los y las argentinas, a través de organizaciones, comedores comunitarios, escuelas y toda institución que dé respuesta a esta necesidad. Necesitamos que el Estado se haga cargo de que la mercadería llegue a donde tiene que llegar y que los grandes grupos concentrados no especulen con el hambre del Pueblo”.

MASSA Y EL FMI

El miércoles pasado, cuando apenas se comenzaba a frenar  el cimbronazo cambiario provocado por la corrida, los dirigentes de los movimientos sociales se reunieron en el Palacio de Hacienda con el ministro Sergio Massa y representantes de la CGT. Emilio Pérsico, Chino Navarro (Movimiento Evita) y Daniel Menéndez (Barrios de Pie), compartieron una mesa con Andrés Rodríguez, Carlos Acuña, Gerardo Martínez, Jorge Sola, José Luis Lingeri, Héctor Daer y Armando Cavalieri. Desde el equipo de comunicación del ministro, difundieron el mensaje de que “hasta el viernes Massa se concentra en estabilizar. Y desde el sábado todos en una mesa de trabajo empresarios, sindicalistas y movimientos sociales  en base al ordenamiento económico”. El viernes Massa mantuvo otra reunión con un importante número de empresarios vinculada a operaciones con Brasil, pero intentando dar una señal de articulación entre sectores para calmar las expectativas económicas y frenar la escalada de la corrida.

La UTEP y la CTA Autónoma copan la 9 de Julio por la emergencia alimentaria contra el FMI

“Esperemos que sea una respuesta sensata, tenemos dudas, porque el dios dinero los domina" le dijo a Diagonales un dirigente del Evita consultado por la mirada sobre el accionar del ministro y el empresariado. Para el principal movimiento social del país, Massa sigue siendo el punto de contacto con el principal responsable de la deplorable situación económica, el Fondo Monetario Internacional. “Sabemos que siempre las crisis las pagan los más humildes y que hay un sector que se beneficia de ellas. Tenemos que convocar a todos los sectores y hacer un frente común ante la crisis” dijo Emilio Pérsico en la reunión con Massa. El líder del Evita criticó a los especuladores que aprovechan “que el Estado tenía las manos atadas por un acuerdo con el FMI”, y destacó el rol de Massa en la contención de la corrida expresando que “agradecemos muchísimo al ministro haya roto ese acuerdo de no intervención en el mercado de cambio. Ahora el Estado tiene que poner todas sus herramientas para dar esa batalla. Para anclar el dólar y bajar la inflación”.

Por ahora los movimientos sociales sostienen al ministro, pero el horizonte aparece cada vez más complicado. Con la escasez de reservas en el BCRA y la fragilidad que mostró el Gobierno esta semana ante una corrida cambiaria, sumado a todos los meses de clima electoral que aún quedan por delante, el equilibrio que tendrá que lograr Massa entre las exigencias del Fondo y la situación económica de los sectores más golpeados de la Argentina resulta difícil de visualizar. El oficialismo depende de los adelantos de desembolsos que el FMI pueda entregar para sostener el tipo de cambio e intentar frenar la escalada inflacionaria, y en los barrios el hambre es un lago de nafta sobre el que cualquier chispa puede provocar un estallido. Los movimientos sociales ya comienzan a avisar que la situación no da para más y se muestran en guardia ante las definiciones que vaya a tomar el Gobierno.

La UTEP y la CTA Autónoma copan la 9 de Julio por la emergencia alimentaria contra el FMI

AJUSTE SOBRE LA ECONOMÍA POPULAR, LA OTRA DENUNCIA

Entre las tensiones que mantienen los movimientos sociales con el Gobierno, junto a la mencionada en relación a la emergencia alimentaria y la falta de entrega de alimentos en los barrios, otra que ocupa el centro de la escena tiene que ver con las bajas de planes Potenciar Trabajo y los recortes sobre unidades productivas que las organizaciones gestionan. Allí, la principal apuntada es la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.

“Volvemos a la calle en representación de los ciento de miles de trabajadoras y trabajadores de la economía popular que se encuentran sin poder trabajar, ya que los convenios de trabajo sociocomunitario, de trabajos productivos y de obra que dependen del Ministerio de Desarrollo Social no están siendo pagados” expresó en ese sentido Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la UTEP. La referente social agregó que “esto es por el freno que el FMI aplica sobre la partidas presupuestarias que deberían llegar en políticas sociales y laborales”.

La UTEP y la CTA Autónoma copan la 9 de Julio por la emergencia alimentaria contra el FMI

En ese sentido, Sánchez volvió a identificar al FMI como el principal responsable del ajuste y la situación de emergencia alimentaria, y fue más dura con Massa que los referentes del Evita: “Los compañeros del sector que no llegan a fin de mes, que se encuentran bajo la línea de la pobreza y en una gran cantidad casos bajo emergencia alimentaria, hoy no tienen ninguna contención debido al acuerdo con el Fondo y la consecuencia de las medidas económicas que llevan al ministro de Economía Sergio Massa a ajustar a los de abajo”.

Retomando las palabras recientes de CFK, la secretaria general adjunta de UTEP sugirió una forma distinta de encarar el ajuste: “Como lo dijo Cristina el otro día, el gasto social representa casi 4 veces menos que el gasto por exenciones y privilegios a grandes empresas. Porque entonces no ajustamos a los de arriba y dejamos de ajustar a los que menos tienen y más sufren” expresó.

Trabajadores registrados y de la economía popular confluirán una vez más este primero de mayo en uno de los principales escenarios de la historia popular argentina, como lo es la avenida 9 de julio. A diferencia de otras oportunidades, y también como en otros momentos, esta vez el reclamo será contra el hambre. Una marca ineludible para el Gobierno del estado de situación en la que se encuentra el país y del riesgo incalculable si no se encuentran soluciones concretas a los problemas más urgentes.