Luego de la tensa negociación por el cierre de alianzas y el piso del 30% que se estableció para la conformación de las listas de octubre, el durísimo comunicado del PJ bonaerense y el discurso picante de CFK el jueves, una foto tardía de la noche del viernes sacudió el avispero del peronismo provincial que conduce Máximo Kirchner. Mariel Fernández, intendenta de Moreno y uno de los principales vasos comunicantes entre el Movimiento Evita y el líder de La Cámpora, tanto por su poder territorial en uno de los distritos más grandes del conurbano como por su posición de vicepresidenta del PJ de la provincia, recibió anoche en su municipio a Victoria Tolosa Paz para la firma de un convenio. Las fotos fotos del encuentro, de sugestiva carga política, quedaron plasmadas en las redes de la intendenta.

“Con la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, firmamos un convenio para la implementación de la segunda edición del programa de Banco de Maquinarias, Herramientas y Materiales para la emergencia social” comunicó Fernández en su cuenta de Instagram. “También nos entregó ropa de abrigo, parte de mercadería en infracción incautada en la aduana que fue recuperada por el Estado Nacional para ser devuelta a la sociedad de forma provechosa. En Moreno será destinada a los hogares municipales de adultos mayores y centros comunitarios” agregó la jefa comunal.

Lo  que podría verse en un contexto cualquiera como una reunión de gestión entre una intendenta bonaerense y la ministra de una cartera de tanta incidencia en el conurbano como Desarrollo Social, queda teñido en estas horas por la polémica del enfrentamiento interno entre el kirchnerismo y el albertismo y su derrame sobre el territorio y los juegos de alianzas. Y es que, mientras que el tándem entre la tropa K y el massismo siguen presionando por evitar unas PASO con el albertismo encarnado en Daniel Scioli, los movimientos sociales encuadrados en La Patria de los Comunes vienen empujando desde el año pasado por la realización de internas en los distritos. El partido que conforman el Movimiento Evita y Barrios de Pie tiene cerca de una veintena de candidatos para competir por intendencias bonaerenses. 

La vice del PJ de Máximo recibió a Tolosa Paz en medio de la rosca por las listas

La tensión que surge por estas horas tiene que ver con otra de las cláusulas que se negocia a contrarreloj del reglamento interno del PJ bonaerense para unas eventuales PASO. Máximo Kirchner denunció a través del partido que tuvo que aceptar un piso del 30% para la representación de la lista minoritaria en la boleta de octubre, obligado por la amenaza de judicialización que planteó el albertismo si se imponía el 40% que pretendía el presidente del PJ bonaerense. Pero tras esa polémica, la siguente carta en la partida entre ambos sectores tiene que ver con el planteo de listas completas para cada alternativa que se presente a las internas. 

Así, Kirchner impulsa que cada candidato a presidente o gobernador que compita dentro de Unión por la Patria deba llevar una lista completa con candidatos propios en todas las categorías. Esto incluye, por supuesto, los cargos municipales y a intendente. El requisito obliga la pareja Scioli/Tolosa Paz a dotarse de un armado completo en los 135 municipios, lo cuál requiere técnicamente una cantidad importantísima de candidatos y funciona, en la estrategia del kirchnerismo, como una barrera más para intentar que el albertismo decline sus candidaturas.

Pero, más allá que desde el armado del ex gobernador y la ministra confirmaron a este medio que tienen los candidatos para cada distrito, el problema derrama también a los territorios y los intendentes. Para ningún jefe comunal oficialista es una buena opción el hecho de tener que optar entre la boleta del kirchnerismo, con su candidato a intendente y a Gobernador (¿en cuál de esos lugares estará Kicillof?) y la que presenten Scioli y Tolosa Paz. Independientemente de la fuerza propia de cada sector, la elección implicaría a los jefes comunales dividir sus votos en sus territorios y al mismo tiempo que sus oponentes internos reciban el arrastre de una boleta nacional.

Del Instagram de marielfernandezmoreno

Así, desde La Patria de los Comunes afirmaron que el comunicado del PJ no cayó bien en algunos territorios de la provincia. Los movimientos sociales, además, se ven salpicados por la pelea entre Scioli-Tolosa Paz y Máximo Kirchner. Sus candidatos, que viene desarrollando sus armados con la intención de ir a una PASO en los distritos, se verían obligados a ir en la boleta del ex gobernador y la ministra si se confirma la exigencia de listas completas y el kirchnerismo lleva en sus boletas a los intendentes del PJ. 

Algunos de los casos más resonantes sirven a modo de ejemplo. En La Matanza, Patricia Cubría viene trabajando por competir contra el armado de Fernando Espinoza. Se asume por lógica que, de confirmarse las listas completas, el candidato a presidente K, supongamos a Eduardo de Pedro, y el gobernador Kicillof, irían en su boleta con Espinoza como candidato a intendente. ¿Qué haría en ese caso Cubría, diputada provincial y también pareja de Emilio Pérsico, en caso de no poder colgarse también esa boleta? Algo similar pasa en San Martín, donde el diputado nacional Leonardo Grosso pretende enfrentar a Fernando Moreira. Grosso cuenta con un armado propio en el distrito, Futuro San Martín, pero si no puede acompañar la boleta que lleve a Kicillof y el candidato K que se defina, ¿dónde jugará ese armado?

Esa es la encerrona en la que se encuentra Máximo Kirchner, en su intento por presionar a Scioli/Tolosa Paz con el requisito de las listas completas que le trae problemas con los intendentes y termina empujando a sectores aliados suyos a acercarse al armado del ex gobernador y la ministra. Justamente,tanto Mariel Fernández como Leonardo Grosso con los vínculos más fluidos que el líder de La Cámpora tiene con el Movimiento Evita. Con la intendenta comparte la jefatura del PJ bonaerense, y con el diputado lo une una experiencia de muchos años legislativos y una cercanía generacional. Esos vínculos quedaron expresados en la reunión de hace unas semanas entre la cúpula del Evita, Máximo y CFK, en la cual participaron Fernández, Grosso, Pérsico y Cubría por el movimiento social.

La vice del PJ de Máximo recibió a Tolosa Paz en medio de la rosca por las listas

A esto hay que sumarle la fuerte tensión de los últimos meses entre el Evita y Tolosa Paz. Desde el ministerio de Desarrollo Social, Tolosa Paz impulsó la auditoría de los programas Potenciar Trabajo, y desde los movimientos sociales denunciaron recortes y cese de pagos de otros programas así como también el atraso en la entrega de alimentos a comedores. Ello llevó a una masiva marcha el mes pasado, en la que las organizaciones oficialistas confluyeron en la calle con los partidos de izquierda por primera vez desde que enfrentaban juntos al macrismo. Tolosa Paz fue la principal apuntada en aquella movilización de la UTEP y la Unidad Piquetera, que se congregó específicamente en las puertas de Desarrollo Social.

Uno de los reclamos que vienen con fuerza desde el año pasado por parte de Evita para la ministra tiene que ver con la discontinuación de los programas de financiamiento para maquinarias, insumos y herramientas de trabajo para los emprendimientos de la economía popular. No resulta casual que justamente haya sido un convenio en esa línea lo que anoche firmaron en Moreno Tolosa Paz junto a Mariel Fernández.

El 19 de junio vence el plazo para entregar el reglamento interno del PJ bonaerense, donde quedará finalmente plasmada toda esta rosca. Cinco días después, el sábado 24 se presentarán las candidaturas. Máximo Kirchner navega en la disyuntiva entre presionar al albertismo y el riesgo a expulsar sectores que terminen jugando en esa lista por quedar con las puertas cerradas a una PASO en la que puedan ir en la boleta K. La foto de Fernández y Tolosa Paz de este viernes, sugestivamente publicada cerca de la medianoche, le pone más picante a una interna que arde.