Horacio Rodríguez Larreta dejó atrás los límites de la Capital Federal definitivamente y encabeza la campaña nacional de Juntos por el Cambio. Tal  como sucedió en la provincia de Buenos Aires, el jefe de Gobierno porteño viajó a Córdoba donde encabezó un encuentro con los candidatos de la coalición en aquella provincia. Confiado con una victoria en las generales, similar a las PASO, el líder opositor planteó una disputa directamente con Cristina Fernández de Kirchner. 

“Estamos muy cerca de superarlos en Diputados y estamos muy cerca de sacarle el quórum propio a Cristina Kirchner en el Senado. Eso es un avance enorme”, afirmó. “En esta elección no hay duda de que quien mejor le puede decir ‘basta’ al kirchnerismo es Juntos por el Cambio, por un tema de número, de cantidad de diputados”, agregó en diálogo con La Voz del Interior.

En relación a las medidas que lanzó el gobierno nacional tras las elecciones primarias, Rodríguez Larreta aseguró que “la gente no come vidrio”. “Aunque le ofrezcan un plan 15 días antes de la elección o porque le regalen la heladera, la gente tiene dignidad, no va a cambiar su voto por eso. No veo que nadie cambie el voto por una promesa de algo que después no se sabe si se cumple o porque el día anterior le regalen una bicicleta”, indicó.

Por otro lado y por primera vez, Larreta se refirió a las internas desatadas en el Frente de Todos tras la derrota en las PASO. “En la situación que vive la Argentina, que el Gobierno nacional en el escenario político haya generado esa telenovela de enredos, peleas y todo no es una buena señal", afirmó. 

"Cuando tenemos que estar todos juntos para sacar la Argentina adelante, para frenar la inflación, para generar empleo, ver la pelea entre ellos fue un espectáculo dantesco”, opinó.  

“Si eso después se refleja en las urnas o no, eso lo dirá la gente. Pero a mí como argentino me dio una enorme preocupación, más de la que ya tenía”, añadió. 

El mandatario porteño también habló de la situación judicial de Mauricio Macri y su llamado a indagatoria como imputado en la causa que investiga supuestos espionajes ilegales a familiares del ARA San Juan. "Lo han dicho la gran mayoría de los juristas que escribieron sobre el tema que la causa es una barbaridad. No sé lo procedimental cómo lo va a manejar, pero la causa es una barbaridad”, indicó.