El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, concentra todas sus energías en la campaña de CABA y de provincia de Buenos Aires. Es que su jugada arriesgada de cambios de domicilio para María Eugenia Vidal y Diego Santilli, lo pueden llevar camino a su sueño presidencial en 2023 o a truncar ese objetivo. Es por eso que se ha mostrado en varios distritos del conurbano junto a Santilli para buscar darle fuerza a su imagen. 

Ayer hubo un acto en Lanús, donde reunió a candidatos, funcionarios porteños e intendentes para hablar de la campaña. Con Néstor Grindetti oficiando de local y como jefe de campaña en territorio bonaerense, Larreta pidió "dejar todo" para aprovechar la "oportunidad histórica" que se presenta.

Además, el jefe de gobierno porteño remarcó la importancia de llevar la interna adelante "con buenos modos". "Al día siguiente tenemos que estar juntos otra vez para enfrentar al kirchnerismo en noviembre", señaló. 

Mientras que Grindetti, llamó a competir con respeto, "sin contestar ataques" y "con propuestas". Santilli buscó conectar con los intendentes y dijo que "el candidato a gobernador en 2023 va a ser el que mejor esté en ese momento". 

Larreta no quiere que el frente interno le provoque más daño del que le está causando, por eso busca calmar las aguas y envía un mensaje de no confrontación. 

Sin embargo, la provincia de Buenos Aires no es la única preocupación del jefe de gobierno porteño, que también en la Ciudad de Buenos Aires agradeció a su gabinete por "todo el trabajo hecho hasta ahora", aunque exigió "redoblar esfuerzos" durante los meses electorales. Pidió "salir a la calle" y "hablar con la gente".