En plena actividad de campaña, Horacio Rodríguez Larreta salió a mostrar su perfil más “endurecido” y encabezó el acto de presentación del equipo de pistolas eléctricas Taser, que ahora dotará a la fuerza de Policía Metropolitana. Con el foco puesto en políticas contra la inseguridad, el jefe de Gobierno porteño aprovechó la ocasión para proponer que el Ejército sea ordenado para blindar las fronteras del país, con un tono que busca disputar la agenda “combativa” de Patricia Bullrich.

En plena interna de cara a las elecciones presidenciales, Larreta apuesta a ganarle terreno a su contrincante interna dentro de Juntos, con la mirada puesta en ganarse el electorado que pide políticas de endurecimiento en materia de seguridad y un ajuste directo y sin matices.

En ese marco, Larreta decidió hacer a un lado su imagen de “paloma” dialoguista y arrancó la semana con un planteo fuerte. “Cuando los argentinos me elijan como presidente voy a poner toda la tecnología que desarrollamos en Buenos Aires a disposición de las policías de cada una de las provincias y de las fuerzas nacionales”, dijo Larreta en referencia a su intención de llegar a Casa Rosada. 

En relación a las mentadas pistolas eléctricas, cabe recordar que la Aduana aprobó semanas atrás la SIRA (Permiso de importación) y el armamento ingresó al país. Finalmente, la ANMAC realizó las inspecciones correspondientes y aprobó el uso de este armamento considerado no letal. Por su parte, el Gobierno porteño comenzó con las capacitaciones. 

Las Taser fueron útiles para contener a personas violentas o en estado de desequilibrio, sin tener que utilizar armamento tradicional, asegurando la vida de los ciudadanos y de la propia persona a controlar”, fueron las palabras del ministro de Seguridad porteño, Eugenio Burzaco, ante la llegada del cargamento de pistolas a la Argentina.

En tanto, el acto encabezado por Larreta se presenta como una plataforma ideal en un momento en que Bullrich avanza a paso firme en la interna, con las políticas de seguridad como bandera de batalla. En ese marco, la ex ministra de Seguridad supo ganarle fichas a Larreta y logró que varios intendentes bonaerenses peguen el salto del larretismo hacia su lado, hecho que despertó la preocupación del mandatario porteño, quien de inmediato activó un operativo para retener a dirigentes y jefes comunales para que no se “fuguen”.