La detención de Cristina Fernández de Kirchner pretendía desactivar la movilización del peronismo a Comodoro Py, pero la realidad es que lo único que logró es que la convocatoria sea aún más masiva de lo esperado. Es que luego de que la Justicia notificara de la prisión domiciliaria a la ex presidenta, el PJ cambió el destino de la marcha y en lugar de ir a tribunales, irá a Plaza de Mayo para llevar el reclamo contra la proscripción de la dirigente directamente a las puertas de Casa Rosada. Esta modificación generó que más sectores, como la izquierda, se sumarán a la movilización y se espera una importante participación. 

Por ese motivo, el Gobierno libertario despliega un fuerte operativo de seguridad en varios puntos de la ciudad de Buenos Aires y el país. Las fuerzas federales de Patricia Bullrich paran colectivos que viajan con dirección a CABA y controlan las pertenecias de los pasajeros, sin ninguna orden ni motivo aparente.

El Frente Renovador también participa de la convocatoria y Malena Galmarini fue una de las que denunció en redes sociales lo que estaba sucediendo. “A las y los compañeros que vienen en viaje, filmen, saquen foto, pidan identificaciones, tomen patentes, etc, si los para Gendarmería o cualquier fuerza de seguridad”, advirtió 

Y contó que Gendarmería paró un colectivo de personas que viajaban anoche a Buenos Aires desde la provincia de Buenos Aires: "Nos revisaron todo. Nos preguntaban cosas. Uno preguntó qué ideología tenía cuando me pidió el DNI”. 

X de Malena Galmarini

Por su parte, el Ejecutivo salió a defender el operativo de seguridad y trató de minimizar la marcha. “El sector que la representa (por CFK) es minoritario”, lanzó el jefe de Gabinete Guillermo Francos. 

Sin embargo, la preocupación del Gobierno y el fuerte despliegue policial no reflejan esa idea. Casa Rosada sabe que la marcha no será minoritaria, sino todo lo contrario.

Además, Francos justificó los controles de Gendarmería y fuerzas policiales. “El Gobierno va a controlar, va a tener todos los medios de seguridad disponibles para evitar que esto se convierta en algo que supongo que no querrá nadie. Uno tiene que controlar los elementos que se llevan, evitar cualquier intento de violencia", afirmó. "Me parece absolutamente normal”, completó.