En una realidad en la que las redes sociales son el foro público al que prácticamente todos pueden acceder sin incovenientes, resulta difícil refugiarse del rechazo de una población que el domingo 11 de agosto se manifestó fuertemente en contra del proyecto económico que actualmente comando los destinos de la Argentina. Con Mauricio Macri como la figura principal del actual gobierno, la gente no tardó en contestarle al mandatario en todas las plataformas.

Desde el domingo por la noche, cuando no llegaban los resultados, hasta cuando se conocieron los primeros porcentajes, pasando por el inentendible mensaje de que había que irse a dormir, Twitter, Facebook e Instagram explotaron con comentarios y memes que se burlaban de la situación. Por supuesto, el lunes todo se profundizó más, sobre todo después de una inexplicable reacción de Macri en la que el Presidente culpaba al electorado de no haberlo votado y de desencadenar la corrida bancaria. En el medio, el blindaje periodístico que lo acompañó durante tres años y medio de gobierno le soltó la mano, primero con preguntas durante la primera conferencia de prensa en la que no se guardaron ningún tipo de munición, y luego analizando su estado mental.

Por eso, cuando el miércoles se anunciaron las medidas económicas "de peso", las redes no se contuvieron ni un poco y de inmediato volcaron sus respuestas. En apenas unas horas #MacriEsCaos y #RiesgoMacri se volvieron tendencia ante la bronca de la gente que, principalmente, se agarró de la devolución de los 2 mil pesos y lo tomó como una falta de respeto. Sin ir más lejos, el usuario @marileneumayer se tomó el trabajo de traducir el alcance en el bolsillo por día: "3 viajes en bondi, 1 (litro) y medio de leche, 3/4 kilos de pan, papel higiénico gris, 1 bife de paleta y 1 blister de aspirinas para el dolor de cabeza por la calentura".

¿Son sufientes este tipo de medidas paliativas para revertir una elección tan dura como la del domingo? A veces, parece que ni el mismo Macri confiara en esto. Liberar el mercado, culpar a los electores, pedir disculpas, devolver un poco de plata, parecen todos manotazos de ahogado, que en una época en la que todo pasa por una pantalla y una red social, no sirven más que para convertirse en meme. De hecho, una de las fotos más replicadas a lo largo de jornada mostró a un Mauricio Macri de antaño dando una limosna de dos pesos con cierto gesto de altanería en su cara: