Eclipsada por la polémica participación del presidente Javier Milei en la Feria del Libro y la discusión de la -reflotada y recortada- “Ley Ómnibus” en Diputados, casi logró pasar desapercibida la brutal toma de deuda dispuesta este viernes por el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, quien entre gallos y medianoche ordenó la emisión de letras del Tesoro por $15 billones, esto es, 15 millones de millones de pesos, con un tercio del monto actualizado por inflación de aquí a dos años.

Sale la “maquinita”, entra la chequera: mientras la gestión de La Libertad Avanza se jacta de haber alcanzado el superávit fiscal en el primer trimestre gracias a un severo plan “motosierra” catalogado por las propias autoridades como “el mayor ajuste de la historia de la humanidad”, que incluye el cierre de incontables organismos y dependencias públicas, despidos masivos y el cese de la emisión monetaria, el Palacio de Hacienda resolvió tomar deuda para pagar deuda y hundir más profundo el ancla de las arcas estatales con nuevos “pagarés” hasta 2026.

A través de la Resolución Conjunta 25/2024, “el Messi de las finanzas” sancionó con la firma del secretario de Finanzas Pablo Quirno y del secretario Legal y Administrativo José García Hamilton la emisión de “Letra del Tesoro Nacional capitalizable en pesos” por un total de $15.000.000.000.000 dividido en tres pagos de $5.000.000.000.000 cada una con vencimiento en noviembre de 2024, marzo de 2025 y marzo de 2026.

Para peor, un pequeño detalle en el contrato rubricado por Caputo aclara que la última de las deudas será actualizada a partir del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que representa, en la práctica, el índice de inflación minorista acumulado durante el período. Debido a ello, los $5 billones podrían duplicar o, probablemente, triplicar su cifra nominal en el año y los once meses posteriores hasta el momento de saldar la deuda.