Finalmente se acabó el misterio y Unión por la Patria ya tiene binomio presidencial. Sergio Massa y Agustín Rossi encabezarán la boleta nacional del oficialismo en una lista de unidad por el oficialismo. Pero el camino a ese resultado no sólo fue tortuoso, lleno de tiras y aflojes, negociaciones frenéticas y buena cuota de tensión, sino que aún no está del todo cerrado. Las listas legislativas, para las cuales ya comienzan a surgir nombres, terminarán de expresar una rosca que continuará a todo trapo hasta la medianoche de este sábado, momento en que se oficialicen las candidaturas.

La unidad no fue fácil. A pesar de que el kirchnerismo, el Frente Renovador, los gobernadores del PJ, los intendentes del conurbano, la CGT y otras expresiones del sindicalismo pujaron en las últimas semanas por evitar las PASO, el sector del Presidente, encabezado por Tolosa Paz y Daniel Scioli, se mantuvo firme al punto de lanzar sus candidaturas en un acto el jueves por la tarde en el ND Ateneo, propiedad de Pepe Albístur. Las aspiraciones del albertismo entraron como prenda de negociación por la unidad este viernes, pero no sin reclamar lugares en las listas de diputados, hoy por hoy el territorio clave de la rosca.

Otro que entró como prenda de unidad fue el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro. El mercedeño haía llegado incluso a lanzar un spot de campaña el jueves por la noche, en el que pedía ser el presidente de las familias argentinas. Hoy las interpretaciones oscilan entre que eso haya sido un error no forzado del kirchnerismo, un lanzamiento apresurado, o una jugada táctica para condicionar al Presidente en la negociación por que bajara a sus candidatos. Se sabía que Massa no estaba dispuesto a ir a una PASO con Daniel Scioli, por lo que si el albertismo no se movía de su posición, CFK debía tener una candidato propio para esa interna y ahí jugó el lanzamiento De Pedro. Pero, hasta último momento, las negociaciones de la mayoría de los actores eran por la unidad, y esa unidad era con Massa al frente de la boleta.

Con esa negociación saldada, resta ver su derrame en las listas legislativas, expresión de la correlación de fuerzas que cada sector logrará en el nuevo frente. Los trascendidos de este viernes indicaban que el kirchnerismo se quedaría con los principales lugares, en lo que emerge como una estrategia de resistencia desde el Congreso y eventualmente la PBA ante una posible derrota nacional con JxC. O incluso ante una posible presidencia de Massa que no respete los acuerdos alcanzados, como denunció tantas veces el kirchnerismo en referencia a Alberto Fernández.

En esa clave, La Cámpora coparía las cabezas de las listas a senadores y diputados nacionales por la PBA con sus dos principales referentes: De Pedro, bajado de su aspiración presidencial, iría como primer senador, y Máximo Kirchner como primer diputado por la provincia. Si Axel Kicillof logra su reelección provincial, esta tríada de dirigentes será la bandera del kirchnerismo en los próximo cuatro años, tanto para las discusiones con JxC como para las disputas internas que sin dudas se abrirán en el peronismo. Dato no menor, tanto De Pedro como Kirchner, de confirmarse esos lugares, entrarán seguro al Congreso, incluso si UP es derrotada a nivel nacional. La única excepción a esto sería que el oficialismo salga tercero en las generales,  opción que parece desinflarse como posibilidad al ritmo de los fracasos de Milei en las provincias.

Con el massismo más que pagado en la candidatura presidencial, debajo del kirchnerismo en la lista de diputados se ubicará el albertismo. El segundo lugar iría para Victoria Tolosa Paz, principal espada de Alberto Fernández, quien puso como prenda de negociación su precandidatura a gobernadora bonaerense. El Presidente pidió también un lugar con entrada segura para su hombre de confianza, Santiago Cafiero, y expresó en las conversaciones internas que no aceptaría vetos a sus candidatos. Cafiero podría ir quinto en la lista de diputados nacionales por la PBA.

“Máximo, Victoria, Julián, Juliana, Santiago, así con nombres lo pasan”. El mensaje circulaba anoche por los chats de la política proveniente de múltiples fuentes dando a entender cierto acuerdo en los primeros nombres de la nómina. El tercero en cuestión es Julián Domínguez, quien ayer participó de reuniones con los actores que negociaban y por estas horas espera la confirmación de su candidatura. Domínguez supo ser uno de los ministros albertistas que en su momento saltó de ese barco y volvió a recomponer relaciones con CFK.

Juliana, por su parte, es Di Tullio, la senadora kirchnerista de estrecha confianza de la vicepresidenta a quien se le vence el mandato este año. Con Di Tullio el kirchnerismo aseguraría otro lugar central para una jugadora leal y con experiencia: la actual senadora fue diputada nacional entre el 2005 y el 2017, incluso fue presidenta del bloque del Frente para la Victoria entre mayo del 2013 y diciembre del 2015, período en el que le tocó defender importantes iniciativas legislativas de la entonces presidenta CFK.

Alberto Fernández también pidió un lugar para su hombre de confianza, Julio Vitobello, que integraría la lista de diputados por la CABA. Por su parte, Daniel Scioli habría expresado que no quería ningún pago por bajar su candidatura y, por ahora, no figura entre las versiones que circulan dentro de ninguna lista.

Hay otros nombres importantes que aún no se han definido pero para los que seguramente habrá lugares. Uno de ellos es el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. El intendente en uso de licencia de San Martín recibió un fuerte espaldarazo de CFK en su último discurso desde Río Gallegos, donde lo sentó a su lado y lo nombró como uno de los “funcionarios que sí funcionan”. El acercamiento entre ambos se viene pavimentando hace rato y el nombre de Katopodis sonó en las últimas semanas desde para una fórmula presidencial hasta para una senaduría.

Otro es el de Cecilia Moreau, referente central del massismo que ocupó la presidencia de diputados cuando Massa partió rumbo a Economía. Anoche, exactamente media hora antes que se anunciara la candidatura del tigrense a través de la cuenta de Twitter de UP, Moreau tuiteó una foto de ambos en su oficina: “Con Sergio Massa en mi oficina viendo las noticias que dicen que no está acá” chicaneó junto a una foto que de fondo mostraba graphs de los noticieros hablando de una reunión entre el titular de Economía y CFK. Habrá que ver qué lugar le toca a Moreau, pero sin dudas es una de las cartas que se negocian por estas horas.

La rosca seguirá todo este sábado. Además de las listas nacionales, quedan por cerrarse las listas bonaerenses y las posibles internas en los distritos, un universo a parte que viene eclipsado por la indefinición que reinaba en lo nacional pero que en las próximas horas seguramente se instalará en el centro de la agenda.