El gobierno de Mauricio Macri hizo todo lo que tuvo a su alcance para bajarle la marcha sindical al ahora principal enemigo que tiene: Hugo Moyano. Parece que las presiones mediáticas, el quitarle el apoyo de algunos gremios y el incluso salir a declarar en contra del gremialista, no alcanzó para que la movilización se cayera. Llegó el día y se esperan  más de 300 mil personas manifestándose. 

El ministro de Trabajo Jorge Triaca fue el hombre encargado de deslegitimar una movilización que llega por una serie de reclamos por parte de la clase trabajadora. El propio Moyano reconoció que los trabajadores  pedían que se haga algo ante un Gobierno que los lleva por delante con su programa económico. 

Sin dudas, se tratará del momento de la película de la relación entre Moyano y Macri de mayor tensión, ya que al principio ambos tenían un vínculo, pero algo se rompió entre ambos.  

El líder del gremio de Camioneros encabezará la movilización junto a organizaciones sociales, el Partido Obrero, fuerzas de izquierda y dirigentes e intendentes del kirchnerismo.

Cabe señalar que la concentración se hará con un amplio operativo de seguridad de la ciudad de Buenos Aires frente a un palco que se montará en las avenidas 9 de Julio y Belgrano que mirará hacia Constitución. El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, dijo que "va a estar complicado el centro de la ciudad". 

Los motivos de la protesta esgrimidos por el jefe camionero son el rechazo a las reformas laboral y previsional, al cambio en el convenio colectivo de camioneros, al ajuste fiscal y a los despidos. Sin embargo, desde el Gobierno apuntan a que es una estrategia del sindicalista para presionar a la Justicia para que no actúe en su contra. 

Ahora desde el Gobierno esperarán a ver cuál es el impacto que sufre ante esta marcha sindical de cara a lo que tiene por delante que es el tratamiento de la reforma laboral.