El precio de los alimentos volvió a subir durante mayo, aunque por primera vez en lo que va del año mostró una pequeña desaceleración y trajo algo de alivio a los sectores populares e informales de la economía, los que más porcentaje de sus ingresos destinan a ese rubro. El aumento este último mes fue del 4,20 por ciento, menos de la mitad del 8,8 que había alcanzado durante abril. Si bien los números muestran un descenso, el acumulado en lo que va del año supera el 37 por ciento, muy por encima de los aumentos sobre el salario mínimo y la AUH, que quedaron muy por detrás, con un 22 y un 12 por ciento respectivamente. 

Los datos surgen del último informe del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), que mide mes a mes el precio de 57 productos de la canasta básica en los comercios de cercanía del conurbano. Según el relevamiento, una familia de dos adultos y dos hijos menores necesitó 43.592 pesos para llenar el changuito con los alimentos indispensables, unos 1.758 más que en abril. La variación fue del 4,2 por ciento, la primera vez que se nota un leve retroceso desde la crisis desatada por la guerra en Ucrania. 

Los alimentos subieron otro 4% en mayo, y se espera que se estabilice en ese número hasta fin de año

De todos modos, en el Isepci no son tan optimistas con la desaceleración. Según señalaron investigadores del instituto a Diagonales, a partir de junio empezarán a impactar los aumentos en las tarifas y en algunos rubros alimenticios en general que impactarán negativamente, otra vez. La estimación es que el guarismo se estabilizará a lo largo del año y no bajará del 4 por ciento cada mes.

El flamante secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, anunció este miércoles  aumentos del 6,4% en el rubro de las carnes, y otra suba del 20,4% para el kilo de papa, que habían estado congeladas por su antecesor en el cargo, Roberto Feletti. En el caso de las carnes, el aumento abarca siete cortes específicos que se distribuyen exclusivamente en las grandes cadenas de supermercados, donde rige precios cuidados. 

Los alimentos subieron otro 4% en mayo, y se espera que se estabilice en ese número hasta fin de año

Las carnes, precisamente, habían encabezado la suba de precios de abril, siempre según el relevamiento que hace Isepci fuera de las grandes cadenas, donde no existe el control de precios del Gobierno. Había sido del 14,8 por ciento. Un kilo de asado, por caso, se conseguía por primera vez por encima de los mil pesos. 

El problema sigue siendo que, con el alza en los alimentos, los bolsillos que más sufren son los de los sectores populares. Si la canasta en mayo costó 43.592 pesos, en diciembre del año pasado era de 31.489, una diferencia de 12 mil pesos. La suba en los ingresos mínimos que cobran esos sectores no alcanzó para cubrir esa brecha: el salario mínimo llegó en mayo a los $38.940, apenas 6.940 pesos más que en diciembre y el equivalente a la mitad de lo que subió la canasta en ese mismo período. Recién a partir de este mes pasará a $45.540, luego de que el Ministerio de Trabajo adelantara el calendario de aumentos por presión del diputado Máximo Kirchner. 

La AUH también quedó rezagada. Mientras que en diciembre se cobraban $5.676 por hijo, en mayo ese monto era de $6.374, solo un 12,29%. De todos modos, a esos números hay que sumarle las sumas fijas de 18 mil pesos anunciadas por el Gobierno, que también se extendieron a la Tarjeta Alimentar y al Programa Potenciar Trabajo, que trajeron un alivio considerable. 

Los alimentos subieron otro 4% en mayo, y se espera que se estabilice en ese número hasta fin de año

De todos modos, esos bonos serán absorbidos por los aumentos que Hang está planificando para más de mil productos de precios cuidados. Según trascendió, el tema está sobre la mesa de negociación con los directores de Arcor, La Serenísima, Unilever, Mondelez, Molinos y otros oligopolios del sector. 

En ese marco, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se congregó en Plaza de Mayo, frente a la Rosada, y repartió más de 30.000 kilos de alimentos a los vecinos que se acercaron. El reclamo es "el tratamiento de la Ley de Acceso a la Tierra” y la aplicación de “políticas públicas claras y concretas para el sector de la agricultura familiar, quienes producen más del 60% de los alimentos para las familias argentinas".

El bloque Unidad Piquetera, referenciado con el FIT, también salió a agitar esa agenda y movilizó hacia la CGT, con la propuesta de realizar un paro nacional, que fue rechazada por la conducción de la central. El planteo de la medida de fuerza pasaba por la creación “de un salario mínimo equivalente a la canasta familiar”.