“Mi candidato es Alberto Fernández”, vociferó como quien canta truco un ex funcionario kirchnerista, a mediados de 2018 y entre compañeros de batalla y militancia, en un asado bien regado. Argentina ya había quedado afuera del Mundial de Rusia y las corridas cambiarias corroían la suerte de Luis “Toto” Caputo en el Banco Central pero una afirmación así entraba en el terreno de las improbabilidades apasionantes de la política vernácula.

No obstante, el rumor de Fernández como candidato a presidente cobró más envergadura a mediados de esta semana, a partir de sus gestiones para que la Corte Suprema de Justicia pusiera un coto de racionalidad a la causa judicial por supuestos sobreprecios en la obra pública de Santa Cruz. “Algo de la candidatura se habrá filtrado porque, de pronto, los medios empezaron a pegarle con todo a Alberto y él no había dicho nada nuevo a lo que ya venía diciendo”, admitió ante Diagonales una fuente cercana al ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

El plato fuerte de la patria panelista en la TV para esa investigación era la foto de la ex Presidenta sentada en el banquillo de los acusados, aunque de las 51 obras denunciadas sólo se hubiera dispuesto el peritaje sobre un pequeñísimo universo de 5 y ni siquiera se haya concluido una sola revisión. El acceso más o menos subrepticio del “armador” de la senadora bonaerense por Unidad Ciudadana a ciertos canales tribunalicios sirvió para que los magistrados solicitaran la información al Tribunal Oral Federal Nº 2 y se desatara un escándalo de proporciones, más por el apriete desinhibido del Gobierno que por el trámite impulsado por el juez Ricardo Lorenzetti y acompañado por sus pares Elena Highton, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.

En ese contexto, no fueron pocos los que repararon con otro cariz en la especial mención que hiciera la autora de “Sinceramente”, durante la presentación del material en la Feria del Libro, para ponderar el consejo de su privilegiado interlocutor. Incluso, fuentes sindicales deslizaron durante estos días de furia entre la Casa Rosada y la Justicia que Fernández podría ser el candidato advirtiendo “una ambición sin límites” en el flamante postulante.

Así, la decisión de la ex Presidenta para pedirle que integre la fórmula junto a ella pero como aspirante al sillón de Rivadavia se convirtió en el acontecimiento político del año. Comunicada a través de una pieza audiovisual en redes sociales, la definición impacta sobre la principal estrategia del Gobierno nacional, que redujo su mira a la eventual postulación de la ex mandataria para subirse al efecto de la polarización, al tiempo que cae como una piedra en un estanque y genera olas dentro del espacio de Alternativa Federal, denominado comúnmente como el peronismo perdonable.

Para muestra, basta el tuit del titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi. “En unas elecciones cada cual puede proponer su fórmula y es su derecho. Pero en Argentina caa vez que se bifurca el poder real del poder institucional la República se debilita. ‘Cámpora al Gobierno, Perón al poder’ terminó en Isabel, Videla y la catástrofe”, tipeó desembozadamente el responsable de incontables despidos en Télam y Radio Nacional.

Más moderado, fue el propio Sergio Massa, quien optó por no hacer “especulaciones” sobre la fórmula. “Tengo respeto por Alberto, la etapa que viene necesitará mucho diálogo y me van a encontrar en ese camino”, expresó el tigrense en una devolución de gentilezas proporcional a la que le dedicó a él durante el último tiempo el mismo Fernández, reconociéndole al líder del Frente Renovador una intención de votos para nada despreciable y, sobre todo, una construcción política.

Cerca del hombre que será Trending Topic durante el fin de semana, entienden que la composición del binomio es una jugada maestra, mucho más tentadora para que los sectores del peronismo reacios a la figura de CFK accedan a sumarse a un frente opositor con mejores chances electorales. “Hay que ver qué hacen (Juan) Schiaretti y Alternativa Federal”, lanzó una joven dirigente peronista con llegada al ex funcionario bendecido, a la hora en que la bomba periodística de la jornada se devoraba la noticia del gobernador cordobés convocando a los presidenciables equidistantes del kirchnerismo y el macrismo.  

Un diputado activo en el diseño de Alternativa Federal soltó ante este portal que la postulación de Alberto Fernández “abre toda una negociación”. “Vamos a ganar”, sostuvo además.

Consultado hace casi dos meses por este medio sobre la eventual candidatura presidencial de Cristina, Fernández respondió por la positiva. “No puede delegar la estrategia judicial”, contestó. Aunque sus lazos y entendimientos no empiezan ni terminan entre los togados, se infiere ahora que en la frondosa selva de las intrigas políticas las responsabilidades que no se delegan se asumen.

Los Fernández ya estaban espalda con espalda, listos para la espesa tarea que les toque afrontar. Hoy se corrió el telón.