Alberto Fernández vive las horas previas al anuncio donde, se espera, confirme una nueva extensión de la cuarentena. Desde Olivos se comunicaron con los mandatarios provinciales en busca de pulir los detalles de cada región para, luego, declarar el alargue del aislamiento hasta el 10 de mayo, según trascendió en los últimos días. Los gobernadores apoyaron un 100% para extender el aislamiento obligatorio. 

En el transcurso de la semana, fueron varios los sectores del Gobierno que comenzaron a fortalecer el diálogo con funcionarios y especialistas para analizar la posibilidad de encarar una nueva etapa más focalizada y “administrada”, después de un mes de haberse declarado el aislamiento total y obligatorio. El gobernador Axel Kicillof se encargó de hacer lo propio con los intendentes bonaerenses, con quienes debe resolver una delicada situación financiera por cada distrito.

Alberto Fernández estuvo acompañado por el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, los ministros Ginés González García y Eduardo de Pedro y por el mandatario bonaerense Axel Kicillof. En el encuentro se ultimaron los detalles vía videoconferencia con los gobernadores, de cara a la dura tarea de anunciarles a los argentinos y argentinas que la cuarentena no se termina. 

Cabe destacar que, con el Jefe de Gabinete como intermediario, el Ejecutivo nacional logró pautar la apertura de varias actividades en diferentes provincias del interior. 

De esta manera, regiones como Entre Ríos, Misiones, Salta, San Juan, Neuquén y Jujuy tendrán habilitada la labor de abogados y contadores, mientras en otras provincias se solicitó la reactivación de la obra pública del sector privado. El objetivo, se estima, es lograr una paulatina desvinculación del interior del país respecto de las restricciones en la provincia de Buenos Aires, principal punto de acumulación urbano y circulación de riesgo del virus. De esta manera, el Gobierno buscará continuar con el aislamiento pero con la posibilidad de destrabar de a poco la parálisis económica en las regiones donde más estragos ha causado.

Durante la jornada de ayer, en tanto, el jefe de Estado se reunió con el conjunto de representantes de las organizaciones sociales para diagramar medidas que alivien la situación en los barrios más relegados del país. En la economía informal, el freno productivo causó un especial daño y sectores como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) plantearon la necesidad de destinar un fondo específico de emergencia para alimentos y planes de trabajo.

Por lo pronto, el Presidente tendrá que hacer sintonía fina para anunciar, una vez más, una extensión de la cuarentena, luego de haberla prorrogado desde el 13 de abril –fecha inicial de culminación- hasta abril al 26 de abril. “Vamos a seguir hasta el 26; el 27 volvemos a discutir”, fueron las palabras de Fernández en su momento, deslizando la tentativa de continuar con la extensión de la medida.

Si bien hay optimismo por los resultados logrados hasta el momento, los impactos de la cuarentena después de más de 30 días se hacen sentir no solo en el profundo deterioro de la economía en plena parálisis, sino también en el humor social de las distintas capas de la población, que en las últimas semanas han enviado señales de “relajación” ante la medida de fuerza del Gobierno. Los síntomas más extremos se han manifestado en el sistema penitenciario, donde los internos continúan protagonizando violentos motines en distintas cárceles.