El gobierno de Mauricio Macri ha sido ampliamente criticado, sobre todo por su accionar en la política económica y energética. Sin embargo, un informe de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) refleja que desde que Cambiemos está en el poder, dejó un saldo de 259 muertes por violencia institucional. Aquí es donde entran casos de gatillo fácil, muertes de personas detenidas y desapariciones forzadas, que son las principales modalidades que encabezan la lista confeccionada a partir del informe anual de la situación represiva nacional 2016.

El saldo de la investigación da un preocupante promedio de un muerto cada 25 horas. 

La referente de Correpi, María del Carmen Verdú, explicó en conversación con Clarín que "esta cifra es un récord absoluto, teniendo en cuenta en qué lapso tan breve se produjo esta modificación" y agregó que "si se miran los números de los 12 años del kirchnerismo, donde hubo un crecimiento importante, recién hubo un incremento fuerte a partir de 2008 para llegar al promedio de una muerte cada 28 horas". 

Al kirchnerismo le tomó unos cuantos años desplegar su aparato represivo. Acá hablamos de 10 meses y medio, es un salto cualitativamente muy importante , dijo Verdú ante los datos alarmantes. 

Dicho informe tiene en cuenta el periodo del 10 de diciembre de 2015 hasta los primeros días de noviembre de 2016. 

A su vez, Verdú criticó al kirchnerismo porque "le dejó al macrismo una base muy sólida sobre la cual apoyarse para la represión leyes antiterroristas, reformas a todas las normas que integran el sistema penal -tanto procesal como de fondo- y un cierto tipo de manejo de las fuerzas de seguridad con todas las modificaciones internas y estructurales, en fin, una base firme y sólida sobre la cual se puede ir por más represión". 

Lo que el informe corrobora es una tendencia entre las formas de represión, la franja etaria más afectada y las zonas más sensibles. En cuanto a las modalidades de la represión, los casos de gatillo fácil siguen liderando la lista, con un 47% y le siguen las muertes de personas detenidas, con 39%.