Sin perjuicio de la polémica suba de dietas que se habían autoasignado en abril con una votación fugaz apoyada por todos los bloques y sin debate previo, los senadores serán beneficiados pronto con un nuevo “aumentazo” que llevará sus ingresos a unos $8 millones brutos por mes, a contramano del feroz ajuste económico que ahoga a la gran mayoría de la sociedad en medio de una crisis histórica. Mientras tanto, los legisladores se preparan para otorgar dictamen favorable a la “Ley Bases” del gobierno nacional.

Como consecuencia de la actualización salarial acordada en paritarias para el personal de la Cámara Alta en las últimas horas, los 72 representantes de las provincias en el Congreso gozarán desde junio, pero con agregados parcialmente retroactivos a mayo y abril, de un nuevo incremento en sus ya millonarias dietas. El ajuste, que no funciona como un “ajuste” en los mismos términos en que lo comprende el resto de la población argentina, se sumará al aumento que ya habían sancionado tan solo semanas atrás.

De este modo, los legisladores pasarán a cobrar unos $8 millones brutos desde junio, mientras que los ingresos netos superarán los $5 millones mensuales. Las cifras fueron determinadas en el marco de una reunión de la Comisión Negociadora del Valor de Módulo del Senado, que dio lugar al convenio el pasado 23 de mayo. Los detalles de la medida indican que el incremento será del 2% retroactivo a abril y del 7% desde mayo de forma acumulativa “en función de las partidas presupuestarias”, que no impedirán la suba.

Como se mencionó, se trata del segundo “aumentazo” en las dietas de los senadores ejecutado en el último bimestre. Previamente, el incremento había sido autorizado por los propios legisladores en medio de una de las pocas sesiones que acumula este año la Cámara. En aquella ocasión, la propuesta fue aprobada sin discusiones y en una votación que no se extendió por más de un minuto dado que la iniciativa ya llegaba con respaldo de todos los bloques del cuerpo, si bien solo algunos dirigentes levantaron la mano en apoyo.

Sin embargo, el hecho no pasó desapercibido por la opinión pública y provocó una ola de controversia que ubicó a los senadores en el ojo de la tormenta, por lo que el gobierno intentó despegarse de la polémica y expresó que sus representantes en el recinto no habían dado su aval al proyecto. No obstante, en la resolución posterior apareció la firma de miembros de todas las bancadas de la Cámara Alta, incluso los de La Libertad Avanza. Junto a ello, el “aumentazo” desató también fuertes cruces entre el presidente Milei, principal impulsor del ajuste, y la vice Villarruel, que deseaba aprobar la suba.