Lucha en el barro
¿Ir o no ir a programas como el de Luis Majul?
¿Alberto tiene que ir a pisos como el de Luis Majul, donde estuvo este último domingo? Por supuesto que tiene que ir, para afirmar, como anoche, que "la tensión política nunca puede ser que no podamos hablar". Porque siempre hay que afrontar el debate jugando de visitante, así se logran los mejores resultados y eso explica gran parte de la aceptación que viene consolidando el candidato del Frente de Todos.
El reportaje con Majul fue una demostración irrefutable de lo que se entiende por lucha en el barro, porque a veces ocupar un lugar de representación importante obliga a enfrentar a personajes mediáticos que se especializan en repetir sus propias consignas sin escuchar al reporteado, como lo demostró acabadamente Luis Majul anoche ya que su especialidad es transformar su línea editorial en preguntas que al ser refutadas con solvencia por Fernández lo hacen concluir con un "no estoy de acuerdo" para cambiar de tema y pasar a la siguiente afirmación formulada entre signos de admiración, algo que dista de ser un reportaje.
Sucede que así funcionan estos espacios llamados pomposamente periodísticos cuando en rigor no son otra cosa que momentos de publicidad oficial sutilmente maquillados. Lo importante, entonces, es la asistencia a este piso y demostrar como lo hizo ayer Alberto, que la mayoría de las preguntas de Majul provienen de certezas horneadas en las cocinas del macrismo y finalizar pidiéndole que ojalá la próxima vez lo invite a hablar del futuro. Alberto fue, expuso sus puntos de vista, refutó una a una las afirmaciones travestidas en preguntas de Majul y lo dejó en evidencia con el resultado obvio y que más de un televidente vio en vivo cómo se derriten los operadores mediáticos ante un candidato solvente y dialoguista como Alberto.
El peor error que puede cometer el Frente de Todos es negarse a asistir a estos reportajes. Hacer política en la Argentina del presente es asumir que hay que luchar en el barro, que hay que jugar de visitante, porque como lo demuestran los resultados en las elecciones, es falso que la gente se coma cada una de las mentiras que se propagan impunemente. Los medios de difusión hacen su negocio y así como en su momento se llenaron de consignas recalcitrantes muy probablemente a partir de ahora modifiquen sus posiciones, al fin y al cabo ese es su juego y lo que hizo Luis Majul anoche fue demostrar que está advirtiendo antes que el resto del cuentapropismo periodístico como se modificó el clima político y procede en consecuencia.
Es que como se dice en el barrio, a estos muñecos hay que boxearlos.