El ex presidente Mauricio Macri salió a defender su viaje a Paraguay luego de las fuertes críticas que recibió por hacerlo en medio de la pandemia e incluso por andar a los besos y abrazos al arribar al país vecino. 

Si bien al principio se informó que su viaje formaba parte de un encuentro dentro de su rol como titular de la Fundación FIFA, luego se confirmó que nada tuvo que ver con el encuentro. 

"Obecedió a una invitación de mi amigo el (ex) presidente Cartés", dijo Macri y continuó con una frase en la que trató como algo del pasado al COVID-19: "fue para repasar una agenda común de cómo hay que salir de este momento de preocupación que ha significado la pandemia", lanzó. 

Además, señaló que "hablamos de cómo salir del miedo, que ha llevado a la urgencia y a tomar decisiones apresuradas que pueden haber sido muy dañinas".

En este marco, el ex mandatario continuó con sus duras críticas a la cuarentena estricta y consideró que es hora de empezar a abrir actividades: "Hay que volver a la calma,a confiar en los profesionales de la salud y retomar con cuidado la normal actividad, empoderando a la gente".

Macri contó que también visitó al actual presidente Mario Abdo y "hablamos de lo mismo... solo le agregaría la importancia de que el Mercosur no pierda el dinamismo que tuvo durante los últimos años y que se avance en el tratado de libre comercio con la Unión Europea". 

En el tramo final de la entrevista con la TV guaraní, el referente de Juntos por el Cambio destacó a sus dos anfitriones y aseguró que comparten objetivos: “Son dos hombres que quieren a Paraguay, dirigentes importantes de esta región, que tienen muchas ganas de ayudar a que su país salga adelante; son las mismas que tengo yo de ayudar a que nuestra querida Argentina encuentre el rumbo del crecimiento", expresó.