En medio del revuelo por las detenciones de integrantes de la “mesa chica” de Mauricio Macri por la causa de espionaje ilegal, tanto desde la oposición como desde el ala kirchnerista del oficialismo salieron a lanzarse sus respectivas chicanas alrededor del caso. La detención de Susana Martinengo junto a otras ex figuras de la AFI macrista, derivó tanto en celebraciones “por la democracia”, como en acusaciones de revanchismo por parte del actual Gobierno.

Uno de los primeros en disparar contra el oficialismo fue el secretario de Macri, Daría Nieto, quien fue blanco de un allanamiento en su domicilio, ordenando por el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena.

“Hay muchas causas por corrupción de funcionarios del gobierno anterior al nuestro y la única forma de que eso no salga a la luz es decir que los políticos son todos iguales, son todos lo mismo. Nosotros somos transparentes. Esto no es un ataque contra mí, es un ataque contra Mauricio Macri y contra Juntos por el Cambio, contra nuestros valores, nuestra libertad y la República”, dijo Nieto, quien acusó al oficialismo de querer “igualar” a Juntos por el Cambio en presuntas causas de corrupción.

Las declaraciones de Nieto se dan en la previa a la indagatoria que el propio Villena encabezará, entre hoy y mañana, sobre la veintena de detenidos en el marco de la causa de espionaje ilegal durante la era Cambiemos. Este jueves, en tanto, se espera que den testimonio tanto Susana Martinengo (ex jefa de Documentación Presidencial) como Diego Dalmau Pereyra, Jorge Horacio “Turco” Sáez, Leandro César Araque, Facundo Melo, Emiliano Matta y Mercedes Funes Silva.

En ese contexto, desde algunos sectores del kirchnerismo fueron a fondo y observaron el avance de la causa casi como una victoria personal frente al sector político que, durante su gestión de mandato, supo mantener una fuerte cruzada judicial contra funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Ayer fue un gran día para la democracia porque hemos demostrado que la impunidad no iba a permanecer en la Argentina, a pesar de que ellos creían que sí, por eso hicieron lo que hicieron”, fueron las palabras del legislador del Frente de Todos, Leopoldo Moreau, contundente frente a las detenciones. “Esto está sirviendo para crear conciencia en la sociedad argentina, para fijarnos lo que nos ocurrió en estos cuatro años, y ahora la gente se está dando cuenta de que esto no era sólo espiar indiscriminadamente”, desafió el Diputado.  

Quien también aprovechó para meter bocado en medio de la debacle, fue la legisladora del Frente de Todos, Gabriela Cerruti quien también apuntó contra el espionaje macrista. “No me gusta que nadie tenga su vida y su familia expuesta, sea amigo o adversario. Pero cuando veo a algunos dirigentes porteños macristas espiados no puedo dejar de acordarme lo que me maltrataron y persiguieron cuando pedí el juicio político a Macri por el espionaje en Ciudad”.

No obstante, quien intentó poner un paño de agua fría en el “enrostre” del oficialismo al macrismo, fue la abogada y referente kirchnerista Graciana Peñafort, quien intentó desestimar la “celebración” por las detenciones. “No hay que festejar detenciones, porque no es lindo. Yo lo viví en carne propia con mis defendidos”, expresó Peñafort en recientes declaraciones.    

Mientras el país se mantiene atento al avance de la pandemia de COVID19 en todo el territorio, la batalla judicial en torno al espionaje ilegal comienza a apoderarse cada vez más de la agenda política.