La diputada nacional del Frente de Todos por la Ciudad de Buenos Aires, Mara Brawer, afirmó en conversación con Diagonales que “se puede ser kirchnerista y votar a favor del acuerdo”.  “Voy a militar para que no haya ajuste. Mi posición es clara, formé parte de los gobiernos que nos dejaron con cero deuda, pero entiendo que el default no es la solución”, argumentó sobre su posición de cara al debate, que este martes tuvo un nuevo capítulo en el plenario de Comisiones de Presupuesto y Finanzas.  “El equipo económico viene explicando ampliamente el acuerdo y fue muy claro al describir la situación que atraviesa el país, y la oposición está haciendo lo de siempre: un circo de mentiras”, aseguró. “El macrismo todavía tienen que explicar qué hicieron con los 100 mil millones de deuda que nos dejó”, disparó. 

¿Qué balance hace hasta ahora del debate en Diputados del acuerdo con el FMI?

-Creo que el equipo económico viene explicando ampliamente el acuerdo y fue muy claro al describir la situación que atraviesa el país, y la oposición está haciendo lo de siempre: un circo de mentiras. Cristina cumplió su mandato con cero pesos de deuda con el FMI, el macrismo nos dejó 44 mil millones y ahora se dan el lujo de intentar poner palos en la rueda. Les escuché decir que el acuerdo incluye un “tarifazo” por la nueva política de segmentación, que apunta sobre todo al 10 por ciento más rico, cuando ellos subieron las tarifas entre un 3.400 y un 5.500 para el consumidor. Son unos caraduras. Se quejan de los plazos que cerramos nosotros cuando el préstamo de Macri había que devolverlo en 3 años. Y no terminan de poder explicar dónde está la plata de ese préstamo, que sólo financió la fuga. 

"Se quejan de los plazos que cerramos nosotros cuando el préstamo de Macri había que devolverlo en 3 años".

La respuesta este lunes de Luciano Laspina y otros legisladores ligados al proyecto económico de Juntos por el Cambio fue que esa plata se usó en “pagar la deuda y el déficit” que dejó CFK. 

-Es otra de las mentiras que dicen permanentemente para justificar el desastre que dejaron. Con Cristina la deuda pública no llegaba al 44 por ciento del PBI, con Macri se duplicó, llegó al 88 por ciento. Y no teníamos deuda en dólares con organismos bilaterales como el FMI. Tampoco pueden explicar cómo la argentina tomó más de 100 mil millones de dólares en préstamos directos si se suman los acreedores privados, otro problema que resolvió este Gobierno. 

Si bien la mayoría de las críticas al proyecto obviamente provinieron de la oposición, hubo legisladores del oficialismo que decidieron no participar del plenario para no generar ruido interno. ¿Por qué le cuesta tanto al oficialismo generar una posición unificada?

-Nadie va a ver peleas al interior del Frente de Todos en este tema, que quede claro. Ni en el plenario ni en el recinto. Acá no hay una división entre kirchneristas, massistas y albertistas, ni nada por el estilo. Yo soy kirchnerista y creo que lamentablemente, como dijo Carlos Heller y dijeron otros compañeros también, voy a votar a favor con “la nariz tapada”, o peor, con dolor en la boca del estómago. Formé parte y me considero militante de los gobiernos que nos dejaron con cero deuda, mi posición está clara, pero entiendo que el default no es la solución. El problema es la oposición, no el Frente de Todos. Ellos nos metieron en este lío y en el recinto van a tener que dar explicaciones. 

Mara Brawer: “Se puede ser kirchnerista y votar a favor del acuerdo”

La oposición, tanto desde JxC como desde la izquierda, marca que hay un “ajuste”, que el ministro Martín Guzmán niega. ¿Esas contradicciones forman parte del malestar a la hora de votar?

-Hay una reasignación de recursos como dijo Guzmán pero de ningún modo hay un ajuste. Y mi compromiso como legisladora y como militante es que no haya ningún ajuste que perjudique a los que menos tienen, ni a los trabajadores ni a las trabajadoras. Ese es mi trabajo y el de muchos más en este debate. Hay una innegable apuesta por la Ciencia y La Tecnología, que se reserva una inversión del 1 por ciento del PBI, una apuesta por el crecimiento y por el desarrollo, algo que jamás estuvo presente en un acuerdo con el FMI. Así que no sé de qué “ajuste” habla la oposición cuando ellos quisieron reforma laboral e implementaron una reforma previsional.  

" Yo soy kirchnerista y voy a votar a favor con la nariz tapada, o peor, con dolor en la boca del estómago". 

¿El acuerdo salva al Gobierno de cara a 2023 en el sentido de que le otorga estabilidad o lo compromete electoralmente, como sostienen distintos sectores del Frente?

-Este acuerdo es necesario para que la Argentina no caiga en una falta de dólares. Nuestro destino electoral no está atado a este acuerdo, pero es necesario tenerlo porque sin dólares no se puede seguir creciendo y generando trabajo.La idea es que los costos los paguen los que más tienen. 

Este martes es además el Día internacional de la Mujer, y miles de mujeres salieron ya a las calles. ¿Cuáles son los principales reclamos para un día como hoy?

-El 8M es un día de lucha para las mujeres y diversidades luego de siglos de invisibilización, injusticias y violencias, siempre es un día de lucha y visibilidad por una vida mejor. 

"Nuestro destino electoral no está atado a este acuerdo, pero es necesario tenerlo porque sin dólares no se puede seguir creciendo".

Por último, ¿qué reflexiones le disparó la polémica entre Patricia Bullrich y la ministra de las Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta, respecto de la violación grupal en Palermo la semana pasada? 

-Bullrich hizo lo de siempre: recortar una frase y generar un falso debate. Me pareció ridículo lo que hizo, que además es permanente, lo hace con todos los ministros. Elizabeth escribió un tweet que apuntaba a una interpelación, claramente el problema es el patriarcado, la violencia patriarcal la puede sentir cualquiera y de alguna manera la ejercemos todos, y todas también. Bullrich es un claro ejemplo de eso, siempre militando para el patriarcado, como cuando nos recortó los sueldos a las trabajadoras del Estado precisamente por orden del FMI y extendió la edad jubilatoria, antes del 2001.