En medio de un clima político convulsionado por el conflicto interno en el Frente de Todos, se desarrollará este martes la mentada marcha del 1F, orientada a exigir la renuncia de la cúpula de conducción del Corte Suprema de Justicia de la Nación. Movimientos sociales, sindicales y de derechos humanos cercanos al oficialismo se plegarán en esta marcha para pedir el “fin de la persecución judicial” en Argentina.

Promovida por referentes de la Justicia como Juan Ramos Padilla y luego alentada por dirigentes sociales como Luis D’Elía, la marcha fue señalada por diversos sectores tanto a favor como en contra. Desde el Gobierno las voces han sido erráticas frente a la convocatoria, entre quienes se llamaron a silencio y quienes dieron su aprobación.

Mientras tanto, figuras como Hebe de Bonafini, el diputado Hugo Yasky, o el dirigente de Camioneros, Pablo Moyano –junto a su padre, Hugo Moyano- sellaron su explícita adhesión a la manifestación. Los reclamos hacia el Poder Judicial se lanzan en medio de una larga historia de descontento por los presos políticos en el país.

“Democratizar la Justicia” y exigir “el fin del lawfare” serán algunas de las consignas que serán llevadas a la plaza Lavalle de CABA, ubicada frente al Palacio de Tribunales y sede de la Corte Suprema. “Durante el Gobierno de Mauricio Macri se hizo patente que había que democratizar al Poder Judicial. Esa gestión actuó como una banda que tuvo un plan criminal que pasaba por captar a un sector de la justicia para tener impunidad. Por eso, es necesario movilizarse”, señaló el ex juez federal Carlos Rozanski.

“Soy diputado nacional, y por eso tengo dudas para participar, pero me parece legítimo que quienes sienten que debe haber un recambio se manifiesten. Si no fuese diputado, no tengo ninguna duda de que estaría ahí”, dijo el legislador Leandro Santoro, del FdT.

En tanto, la manifestación levanta la temperatura de un clima político que ya está caldeado frente a las recientes tensiones por el acuerdo con el FMI. La reciente y sorpresiva renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia de su bloque legislativo terminó por dejar expuesta la profunda grieta que aqueja al oficialismo. El 1F, en tanto, mostrará una fuerte presencia en la calle de un sector que, si bien se ha auto-convocado, ha sido históricamente asociado al ala de Cristina Fernández de Kirchner.