En las últimas horas, el director del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Antonio José Mauad, se sumó a la extensa lista de funcionarios que renunciaron a sus cargos durante la gestión de Javier Milei. Con esta nueva salida, el Gobierno libertario acumula más de 140 bajas en poco más de 500 días de gestión. 

Con apenas seis meses al frente del organismo, Mauad presentó su dimisión ante el Ministerio de Defensa, encabezado por Luis Petri. Según las autoridades, la salida del ahora ex funcionario fue “de común acuerdo” luego de que su gestión no fuera la esperada. 

El ex titular del SMN es veterano de la Guerra de Malvinas y jubilado de la Fuerza Aérea. El pasado 2 de enero había asumido la dirección del organismo con el objetivo de “modernizar” y “hacer más eficiente” la institución. 

Sin embargo, desde un comienzo, su nombramiento fue cuestionado por varios sectores dado que no cumplía con los requisitos necesarios para ser titular del SMN. Es que el artículo 5 del decreto 1432/2007 establece que para ello se debe contar con un título universitario y tener al menos cinco años de experiencia vinculados a esa área de conocimiento. Mauad no cumplía con ninguno de los dos ítems. 

De todas maneras, en ese entonces, el Ministerio de Defensa defendió su “ideoneidad” para ejercer el cargo. Seis meses después, desde la cartera de Luis Petri aseguraron que Mauad “se vio sobrepasado por un montón de cosas y sintió que no iba a ser coherente con su cargo". "Por eso decidió dar un paso al costado por su integridad”, indicaron a La Nación. 

Por su parte, la delegada de ATE en el SMN, Silvina Romero, detalló que aún no saben quién quedará al frente del organismo ni cómo se reorganizará el servicio. "Otra vez estamos sin director, en un contexto de desinversión y ahogo presupuestario en Ciencia y Técnica”, cuestionó. 

Desde diciembre del año pasado, el Servicio Meterológica Nacional ya tuvo tres directores (Yanina García Skabar, Alejandro de la Torre y Mauad) y desde Casa Rosadfa analizan “reestructurar” el organismo. Estos planes encendieron alarmas entre los trabajadores porque significarían destruir la autonomía del SMN y fusionarlo con el Servicio de Hidrografía Naval y el Instituto Geográfico Nacional.