Faltan siete días para que el Gobierno dispute lo que en las propias filas del Poder Ejecutivo se encargaron de afirmar que definirá el “rumbo de la Argentina”, y que presenta como la “batalla final” aunque la contienda se trate de una elección nacional de medio término para diputados y senadores (estos últimos solo en ocho distritos).

Estos planteos adquieren una relevancia extrema para los referentes del oficialismo porque este 26 de octubre se juegan las posibilidades de seguir gobernando a fuerza de decretos y vetos presidenciales, buscando sumar legisladores que le permitan alcanzar un tercio que lo blinde.

La Libertad Avanza (LLA) también definirá si podrá ampliar su bancada, negociación mediante con las fuerzas políticas que en el primer año le dieron la llave de la gobernabilidad y avalaron leyes claves para la gestión de Javier Milei en el primer año.

Todo esto que se define en el terreno de la política, ya no sólo local, sino injerencia programática mediante de los Estados Unidos, que en las últimas jornadas cambiarias se convirtió (con traspiés incluidos) en el garante de la estabilidad del dólar, permitirá conocer si el Gobierno tendrá la fuerza necesaria para su plan de reformas de “segunda generación”: la laboral, la tributaria y la previsional.

Pero para saber todo esto hay que pasar la elección. Y lo que a principios de año muchos actores centrales y analistas vaticinaban como un posible triunfo sin sobresaltos del Gobierno a nivel nacional hoy es una incógnita.

Mayor paridad entre LLA y el peronismo a nivel nacional, paliza de Taiana en PBA y manipulación del conteo final

No solo al calor de la baja de la imagen de Milei, ni por los escándalos autogenerados por corrupción (Karina y los Menem- ANDIS) o las relaciones con el narcotráfico (Espert-Fred Machado), sino también por la penosa situación económica de las familias y el endeudamiento que afrontan, las complicaciones para conseguir o mantener el empleo y la cada vez más creciente falta de expectativas de un futuro mejor.

PARIDAD

Del promedio de las últimas encuestas a nivel nacional post victoria del peronismo en la Provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre, la diferencia a favor del Ejecutivo nacional está en los márgenes de error: la consultora CB lo da ganador con un 37,1 % por sobre el 32,2 % de Fuerza Patria (FP).

En el relevo que plantea Clarín, le siguen el trabajo Trends con un 42 % a 38 %; el de Atlas Intel con un 39,8 % a 35,6 %; el de Management & Fit 39,6 % a 34 %; el de Rubikon Intel 34,6 % a 32,2 %; el de Proyección 36,4 % a 34 %; y el Isasi-Burdman 35 % a 34 %.

EL PANTANO DE LAS INTERPRETACIONES

Pero hay pequeñas trampas en el juego electoral que el oficialismo buscará imponer a la hora de leer los resultados y hacer una síntesis nacional.

Mayor paridad entre LLA y el peronismo a nivel nacional, paliza de Taiana en PBA y manipulación del conteo final

En el ejercicio discursivo y la imposición de un relato vertebrador por parte de Milei y su tropa queda pendiente saber si saldrán a relucir en primer orden la cantidad de provincias en las que se impone el oficialismo nacional con el sello de LLA; la cantidad de electores totales por cada espacio político; o, la cantidad de bancas que adquiera cada fuerza (cosa que favorece al gobierno nacional por la raquítica cantidad de escaños que revalida).

LLA tiene presencia en los 24 distritos nacionales y el justicialismo hará lo propio, pero con sellos diferentes. El sello “Fuerza Patria” se usará en 15 distritos, y habrá variantes locales en provincias como San Juan, Chubut, Mendoza. Gildo Insfrán en Formosa, por ejemplo, mantiene la otrora identidad omnipresente del Frente para la Victoria. Hay una fragmentación nominal que complica al principal rival electoral del Gobierno.

La determinación de la Cámara Nacional Electoral (CNE) fue favorable a los intereses del Poder Ejecutivo: los partidos solo reunirán, en los resultados generales, los votos de los espacios que lleven sus mismos nombres en las provincias.

Esto va en contra del planteo de los apoderados de Fuerza Patria que pedirán que, en todos los distritos, los votos del justicialismo se cuenten juntos, y solicitarán que los resultados se muestren por provincias.

Mayor paridad entre LLA y el peronismo a nivel nacional, paliza de Taiana en PBA y manipulación del conteo final

Hasta confeccionarán una aplicación propia por la informarán de la performance de su espacio, sumando el desempeño de todas las agrupaciones justicialistas que forman parte de su armado, pero llevan otro nombre.

Más allá de estas especulaciones, y en línea con lo que plantea el periodista Adrian Murano, una lectura acabada del resultado del próximo domingo no puede prescindir de estas directrices:

-La distribución territorial de las bancas.

-La composición de los bloques parlamentarios.

-La disposición de los actores de “terceras fuerzas” (radicales, provinciales, del macrismo díscolo) en esta nueva etapa que se abre.

-En qué forma se expresará el rechazo a las políticas del oficialismo (voto a espacios opositores, ausentismo, votos nulos).

PBA SIGUE SIENDO ESQUIVO PARA MILEI

Con todo este contexto a cuestas, el oficialismo tiene una misión impostergable: recortar la diferencia en contra con la que carga en la Provincia de Buenos Aires. En el principal distrito nacional la tiene complicada.

Mayor paridad entre LLA y el peronismo a nivel nacional, paliza de Taiana en PBA y manipulación del conteo final

Esto se desprende del último trabajo de la consultora Tendencias, que se realizó entre el 13 y el 15 de octubre. De acuerdo a este relevamiento que hizo con 2.863 casos en PBA, el candidato de Fuerza Patria Jorge Taiana alcanza el 43,7, más de 11 puntos por encima del ahora “libertario” Diego Santilli, que llega al 32,5 %.

Además, se indica que la identidad política que mayor adhesión genera es la del peronismo, con un 28,3 %, por sobre la “libertaria” que es del 23,1 %.

La gestión del gobierno nacional sigue siendo uno de los principales talones de Aquiles para Javier Milei: entre el rechazo y la imagen “regular negativa” suman el 58,5 % contra el 41,4 % acumulado entre aprobación y “regular positivo”. La visión negativa total sumó dos puntos con relación a la medición de septiembre.

Y hay otro factor que puede generar problemas al oficialismo nacional: casi un 20 % de los encuestados que dice haber votado a Milei en el balotaje presidencial dice haberse arrepentido de ese apoyo.

Los sentimientos que genera el Presidente y su gestión en los bonaerenses dista de ser la mejor: alcanza 66,3 % de sensaciones negativas, que incluyen 27,7 % “bronca”, 17,1 % “preocupación”, 9,4 “miedo”, 8,1 % “incertidumbre”. Como contracara, el 35,2 % se mostró con “esperanza”

En el desagregado del sentimiento de preocupación, 1 de cada 4 sostuvo que los “bajos ingresos” son el tema más urticante; casi 1 de cada 5 planteó que es la “pobreza”; seguidos muy de cerca por la “corrupción” y la “inseguridad”.

Entre quienes afirman “no llegar a fin de mes” (40,5 %) y los que “recortan gastos para llegar” (21,8 %) suman el 62,3 %; por su lado, los que “llegan, pero no pueden ahorrar” alcanzan el 20,4 %.

Por otra parte, Axel Kicillof es el político de mejor consideración para los encuestados bonaerenses: tiene una imagen positiva del 47,5 % contra un rechazo del 50 %, lo que lo ubica con el mejor diferencial de los referentes nacionales.

En segundo lugar, se ubica la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con 44,9 % de imagen positiva y una negativa del 52,9 %. Recién después aparece Milei, con una positiva del 39,4 % y una negativa del 58,5 %.

Además, hay tres “balas” que parecen haber entrado en el ideario del electorado bonaerense.

Con trasfondo de la injerencia del Tesoro norteamericano en el gobierno nacional, un 42 % sostiene que el FMI es un “enemigo”.

Karina Milei sigue siendo un flanco débil para el oficialismo: un 63,1 % afirma que hay coimas en el Gobierno.

José Luis Espert, que estará en la boleta de LLA, alcanzó el catastrófico número del 73,8 % de imagen negativa, lo que implica un aumento de más de 22 puntos en dos meses. A su vez, un 49,3 % afirma que el excandidato “libertario” está financiado por “narcos y delincuentes mafiosos”.