Finalmente, tras largos meses de tironeos, llegó el primer gran encuentro entre los distintos sectores del FdT que, de tanta carga contenida, comenzó el jueves y terminó el viernes. Fueron unas extensas cinco horas, con intervenciones de casi todos los 33 asistentes a la reunión en la sede del PJ nacional. El saldo de la instancia convocada por el Presidente tras la insistencia del kirchnerismo y el massismo dejó tela para cortar, desde el comunicado que resultó del encuentro, hasta las declaraciones del día posterior por parte del sector albertista y La Cámpora.

En principio, lo que un día antes iba a ser un encuentro con 5 representantes por cada una de las tres patas del FdT, terminó duplicándose en un intento por contener a todos los sectores del frente. Hubo representantes del sindicalismo, de los gobernadores, intendentes y otras expresiones políticas que hoy no se encuadran directamente ni en el kirchnerismo, ni en el albertismo, ni en el massismo. A su turno, casi todos los 33 participantes hicieron uso de la palabra, para discutir fundamentalmente alrededor de tres ejes: la avanzada judicial contra CFK que el kirchnerismo plantea como una proscripción, la coyuntura económica y social, y las PASO como mecanismo de definición de candidaturas.

En esos ejes se plasman, de alguna manera, los debates internos que atraviesa el oficialismo y fueron parte del ruido de las últimas semanas sobre su inclusión o exclusión de la mesa de debate. Simplificadas, las posiciones con las que los distintos campamentos llegaron al encuentro podrían resumirse de la siguiente manera: el kirchnerismo tenía dos grandes objetivos, instalar la lucha contra la proscripción de CFK como un eje central  de la agenda del FdT, y discutir las medidas de gobierno, fundamentalmente con el Presidente y su sector. El massismo comparte este punto con la dirigencia K, y el propio Massa viene pidiendo por un ordenamiento político sin el cual no habrá ordenamiento económico. La figura recurrente que usa el ministro es dejar de “tirarse tiros en los pies”. Por último, el albertismo se resiste a abrir todas sus decisiones de gobierno, en lo que sería leído como un Presidente doblegado ante la presión de sus socios políticos, y se atrinchera en la defensa de las PASO como mecanismo para definir candidaturas, manteniendo todo lo posible su aspiración a la reelección como carta de negociación.

Esos planteos fueron y vinieron de punta a punta en la mesa del jueves/viernes, y explican las más de cinco horas de reunión. Hubo puntos de acuerdo, y también diferencias y tensiones que siguieron expresándose al día siguiente y prometen seguir emergiendo. Más allá de las fricciones, la unidad quedó refrendada, aunque habrá que seguir de cerca el cómo se expresa hacia adelante.

UN COMUNICADO LOTEADO DE UNA MESA CON ACUERDOS Y DIFERENCIAS

La gran mayoría de los asistentes que llegaron a la sede del PJ entraron al edificio rápido y sin hacer declaraciones a la prensa. Por ello, la postura general del encuentro recién pudo conocerse cerca de las dos de la mañana, cuando se difundió el texto que durante el día previo fue y vino entre mails y Whatsapp de los convidados. En sus párrafos, el comunicado plasma las distintas posturas y agendas de los grupos del FdT, en lo que podría considerarse un primer atisbo de síntesis donde kirchnerismo y albertismo lograron meter sus puntos centrales.

El título en sí ya establece una victoria K inapelable en su intención de instalar la lucha contra la proscripción de la Vicepresidenta como eje rector del encuentro: “Democracia sin proscripciones. Unidad para transformar”. Desde la primera línea quedó claro que la agenda de la reunión fue, fundamentalmente, la que impulsó el sector de la Vicepresidenta.

El texto sigue con la infaltable polarización con el macrismo, hoy por hoy, principal punto de unidad: “En 2023 se enfrentarán dos modelos de país”, y profundiza en el planteo K contra la proscripción: “En este marco, quienes integramos esta mesa tenemos como responsabilidad disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuyo liderazgo y potencia electoral no nos puede ser arrebatado”. Ese “disponer las acciones necesarias” era una de las cuestiones principales para el ala K. La intención no era meramente de denuncia frente a lo que interpretan como proscripción, sino justamente generar un consenso y un acuerdo para promover acciones en su contra.

En ese sentido, el saldo más destacado del encuentro fue el acuerdo en conformar una comisión que solicite una reunión a la Vicepresidenta en la cual se intente convencerla de revertir su decisión de no ser candidata. La idea la planteó el diputado nacional y secretario general de los bancarios, Sergio Palazzo y se impuso sin atenuantes. Palazzo siempre consideró que CFK es la candidata natural del espacio, por una cuestión no solamente de atracción de votos sino por el respaldo de sus gestiones anteriores y de que es quien mejor mide. El jueves lo planteó en profundidad y quedó conforme con el saldo de una reunión que consideró productiva, según dijeron desde su entorno a Diagonales.

El comunicado continúa en su fase kirchnerista al destacar “el particular momento que vive nuestra sociedad” y “todas las demandas económicas y sociales de las que aún tenemos que dar respuestas concretas”.  Las críticas recurrentes del sector de la Vicepresidenta hacia las políticas económicas y sociales del Presidente tuvieron en ese reconocimiento otro punto a favor. “Reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los salarios” fueron los nombres que el texto le puso a los problemas de la ciudadanía, resaltando que “ese fue el contrato electoral que acordamos de cara a la sociedad en 2019”.

Inmediatamente después, el texto da paso a un reconocimiento de las dificultades atravesadas por el FdT como gobierno y a una reivindicación de los esfuerzos de gestión en ese contexto adverso. “Estos cuatro años de gobierno se vieron atravesados por circunstancias externas, como la pandemia y la guerra, que agravaron la situación de una economía devastada y sometida a un endeudamiento salvaje por el gobierno de Macri. A pesar de este contexto, se realizaron esfuerzos que es necesario reconocer y reivindicar como parte de las tareas que nos tocó llevar adelante”. El loteo del comunicado dio paso así a su momento más albertista, y el Presidente consiguió, por primera vez en mucho tiempo, reconocimiento en lugar de críticas por parte de sus socios K hacia los resultados de su gobierno.

Pero el logro fundamental de albertismo llegó después. “Para evitar un retorno de la derecha, una parte fundamental de la estrategia del Frente es reforzar la unidad en la diversidad” reza el texto, y determina luego la manera de hacerlo: “las PASO son la herramienta institucional creadas por nuestro gobierno durante el año 2010, para abrir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones de un proyecto común”. En esos fragmentos pueden leerse una resistencia del Presidente a las presiones camporistas contra su posible candidatura, a partir del reconocimiento de la diversidad del frente como factor clave de la unidad y las primarias como instrumento de síntesis.

El cierre del comunicado expresa la situación de tablas entre ambos sectores, una especie de empate táctico en sus intentos de definir cómo sigue el FdT hacia adelante: “el Frente de Todxs, unido, reafirma su orgullo por las luchas y los logros del pasado; su compromiso con este complejo presente; y su voluntad indeclinable de construir una patria libre, justa y soberana”. Unidad, reconocimiento de los esfuerzos realizados, reconocimiento de los fracasos que llevaron a este “presente complejo”, y un horizonte hacia adelante. Los intentos por desempatar en las interpretaciones del encuentro llegarían al día siguiente.

DECLARACIONES CRUZADAS: PRESIONES DE LA CÁMPORA, RESISTENCIA DEL PRESIDENTE

A la salida del encuentro se dieron primeras impresiones que condujeron a algunas lecturas apuradas sobre el resultado de la reunión. Referentes del albertismo, como Victoria Tolosa Paz o Agustín Rossi, comunicaron la decisión de pedirle a CFK que revea su decisión de no ser candidata a través de una comisión. Eso llevó a algunos análisis que plantearon el corrimiento del Presidente de la cancha electoral. A las pocas horas, las mismas voces albertistas se encargarían de confirmar lo contrario.

La mañana del viernes arrancó con dos espadas potentes de cada lado planteando su visión sobre lo que dejó la primera mesa. Victoria Tolosa Paz y Andrés “el cuervo” Larroque salieron a primera hora a marcar la agenda y la cancha. La ministra de Desarrollo Social de la Nación expresó en una entrevista radial que “los tres puntos más importantes que se tocaron es el compromiso de unidad, impedir la proscripción de Cristina y tener una agenda programática para garantizar la participación plena de las PASO”. Resaltó también que “dejamos el tono de queja para empezar a respetarnos en la diversidad” y destacó el rol del Presidente: “es poco habitual ver un presidente en ejercicio dando el nivel de debate y participación”.

Pero lo central que salió a buscar instalar el dispositivo albertista fue la defensa de las PASO y una eventual candidatura de Alberto Fernández como algo que no se puede dar de baja: “Su candidatura no es un debate porque él ha dicho de que de ser candidato no es restricción para que ningún otro compañero o compañera compita con él” sentenció la ministra. En su entorno confirmaron a Diagonales que la reunión en el PJ tuvo momentos de fricciones pero que hacían una evaluación positiva de la instancia y, fundamentalmente, de  que “quedó claro el tema de las PASO como el lugar donde todos pueden participar y en todo caso dirimir las diferencias”.

Larroque, también a primera hora de la mañana, planteó una mirada distinta. El ministro bonaerense destacó como positivo el encuentro, que “hubo sinceridad, planteos fuertes, nadie se guardó nada”, y resaltó que “hay disputas, debates sobre cómo se gestó el frente, cuestiones programáticas que no se aclararon en su momento, que hoy con el tiempo transcurrido son más difíciles de resolver, algunos piensan que se resuelven de una manera, otros piensan que se resuelven de otras”. Pero lo más contundente que dejó fue justamente en torno al debate de las PASO: “planteamos que sería inconveniente realizar un proceso de PASO en caso de que fuera candidato el Presidente, para nosotros no sería lógico ni natural”. Tan solo horas después de la mesaza, quedó claro el FdT ni se arrimó a un acuerdo en este punto central, que atravesará la discusión para adelante, siempre y cuando CFK no revea su postura, lo cual cambiaría todo el escenario.

Por si no había quedado clara la disputa en la interpretación pública de los saldos del encuentro, ambos referentes volvieron a dar declaraciones con las mismas líneas pero en turno tarde. Lo curioso fue que, en este caso, lo hicieron en el mismo programa de radio (Mejor País del Mundo, de Radio con Vos), y uno atrás del otro. A buen entendedor, pocas declaraciones. Habrá que prepararse para que esa discusión siga, y la incógnita es con cuánta virulencia cada sector intentará imponer su postura por sobre el otro.

En ese sentido, La Cámpora jugó fuerte ayer. Larroque no fue el único vocero de la posición de la organización de Máximo Kirchner en relación a su postura sobre si es posible o no una PASO que enfrente al Presidente con otro candidato. Justamente el posible candidato K, Eduardo “Wado” de Pedro, se subió al tren afirmando que “quedó claro para un sector que es una situación que perfectamente se puede dar, mientras que otros pensamos que es muy difícil que se realice una PASO contra el Presidente”.

A ese operativo se sumaron otras voces camporistas, como la senadora Anabel Fernández Sagasti y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien en un acto del Gobierno bonaerense expresó que “con la prudencia que el tema amerita se han planteado las PASO. El Presidente también dijo que no estaba atornillado a ningún sillón” y afirmó que la mejor forma de solucionar los problemas actuales sería “un gobierno como el de Cristina o con Cristina presidenta”.

MASSA Y KICILLOF

Por su lado, tanto en el massismo como en el sector del Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, buscaron evitar meterse en la discusión al día siguiente del encuentro. Desde el equipo de Massa respondieron a la consulta de Diagonales afirmando que “el eje del Frente Renovador sigue puesto en la gestión”. El ministro de Economía firmó el Programa de Emergencia del Té junto al Gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, y estuvo presente en el acuerdo de un aumento salarial con los gremios docentes.

Kicillof, por su parte, encabezó dos actos de gobierno ayer: la presentación del programa Mi Provincia Recicla, y una entrega de premios a proyectos artísticos de murgas, comparsas y agrupaciones de carnaval en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata. En ambos eventos, el Gobernador circunscribió sus declaraciones a los anuncios de gobierno. Seguir mostrando gestión y que la rosca la encabecen otros parece haber sido la postura elegida en ambos casos para el día después de la mesa política.

Así quedó planteado el escenario tras el primer gran encuentro del FdT. Los distintos sectores plantearon sus agendas y lograron construir un comunicado de consenso, pero con un evidente loteo de los temas centrales para el kirchnerismo y el albertismo. Los puntos de disidencia quedaron claros y bien expuestos al día siguiente, en lo que fue una jornada de tibio retorno a las discusiones internas que marcaron al frente en los últimos meses. Eso sí, en un tono más medido y con la unidad refrendada como bandera que, por ahora, no se baja.

La discusión seguirá, sin dudas, en relación a las dos principales incógnitas que atraviesan al frente hoy: las candidaturas de CFK y la de Alberto Fernández. Si el operativo clamor tiene éxito y convence a la Vice de desdecirse aceptando una candidatura, no habrá quien pueda discutirla. Si esa candidatura es a la presidencia, como plantea La Cámpora, o a una banca en el Senado, será otra variable determinante. El Presidente, por su parte, resistirá todo lo posible antes de anunciar si volverá a competir o no por el Sillón de Rivadavia.

Si CFK no juega en esa cancha, los argumentos para que Alberto se baje tendrán que ser más profundos que el que ayer expuso la organización de Máximo Kirchner en relación a la imposibilidad de una PASO entre el primer mandatario y, por ejemplo, un ministro como podría ser De Pedro. El albertismo ya salió a marcar la cancha con que ese argumento no lo convence y el kirchnerismo quizás tenga que ofrecerle una salida más decorosa al Presidente para que no compita. Por lo menos, el oficialismo dio un primer paso hacia un ordenamiento político imprescindible si pretende ser competitivo electoralmente.