La dirigente social Milagro Sala dejó fuertes declaraciones en medio de un clima agitado para el oficialismo. No sólo se refirió a la reciente renuncia de Máximo Kirchner a su jefatura del bloque de FdT, sino que envió también un claro mensaje a la cúpula de Casa Rosada, en especial por el trato establecido con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.

Es que tanto Sala como buena parte de las dirigencias de las organizaciones sociales han experimentado un fuerte  descontento por el silencio mantenido por el Gobierno en los últimos dos años frente al problema de los presos políticos. En ese marco, se ha destacado la postura de Alberto Fernández quien, en nombre de mantener el diálogo con los mandatarios del interior, supo mantener vínculos con Morales, principal contrincante de Sala.

Si bien Sala dijo tener “un buen vínculo” con el Presidente, realizó señalamientos que dividen aguas, en especial frente al aparato judicial. Él sigue creyendo en la autonomía de la Justicia”, señaló la dirigente jujeña respecto a las causas que le armaron a ella y a otros presos políticos. “Yo digo que la libertad nuestra va a venir el día que cambie la Justicia de la provincia, mientras tanto, no va a pasar nada”, agregó.

Asimismo, criticó el perfil dialoguista con la oposición y sostuvo: “Cuando deje de mandar plata para los emprendimientos que Morales, se va a romper ese diálogo”. Las palabras de Sala fueron en referencia a los fondos de coparticipación enviados por Nación hacia Jujuy.

“Morales mandó a sus diputados a votar en contra”, remarcó la líder de la organización Tupac Amaru en relación al Presupuesto 2022 y agregó: “Tres días después, cuando Sergio Massa dijo que los gobernadores se iban a tener que sentar para reveer la coparticipación, Morales salió a decir que se tendría que haber votado a favor. Esas contradicciones tiene”.

Cabe recordar que tanto Sala como la organización Tupac Amaru fueron parte de la convocatoria de este martes a movilizar en la mentada marcha del 1F, en reclamo de la remoción de la cúpula de la Corte Suprema de Justicia. La multitudinaria manifestación tuvo lugar frente al Palacio de Tribunales, donde se lanzaron consignas por la democratización de la justicia y el fin del lawfare.