Pasadas las primeras horas bajo la nueva administración de Javier Milei, el presidente de la Nación mostró la impronta de lo que será su gobierno con los primeros decretos que firmó. No solo designó a sus funcionarios ministeriales, sino que también marcó expresamente las tareas que deberá garantizar cada área, y dejó en claro que el “plan motosierra” estará presente desde el primer día.

Y hay un nombre propio que se impone en la confección de este programa: el del nuevo jefe de Gabinete Nicolás Posse. Este ingeniero industrial, integrante de La Libertad Avanza desde la primera hora, es del riñón de mayor confianza de Milei, y los une una relación de amistad personal.

Milei le delega a su jefe de ministros el ajustazo en las empresas públicas

En distintas entrevistas, el economista de la Escuela Austriaca lo señalaba como una persona de “inteligencia extraordinaria, honestidad e intensa capacidad de trabajo”. Se conocieron en bajo la órbita de Eduardo Eurnekian en la Corporación América. En este grupo, Posse fue gerente general de la Unidad de Negocios Sur de Aeropuertos Argentina 2000, con gestión de varios aeropuertos en la región sur de nuestro país, y Milei se consolidaba como jefe de economistas.

Pero la trayectoria de Posse es de larga data previa: inició su carrera laboral en la empresa Molinos Río de La Plata; fue gerente general y director de marketing en Telecom; director general de la Región Río de la Plata en la compañía Red Bull; y, antes de sumarse a la cruzada política “libertaria”, fue director del proyecto en el Corredor Bioceánico Aconcagua. Ahora llegó el turno de gestionar el aparato estatal.

Milei le delega a su jefe de ministros el ajustazo en las empresas públicas

EL PLENIPOTENCIARIO POSSE Y EL FUTURO DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS

Tras conocerse las primeras designaciones ministeriales en el Boletín Oficial, Posse adquirió poder no solo en su rol de jefe de Gabinete, que implica asistir al presidente y la coordinación con cada una de las nueve flamantes carteras, sino también en varias facultades extra que el nuevo mandatario le otorgó.

En el octavo decreto presidencial, se enumeran las tareas y atribuciones de Posse, que resultan vitales para los objetivos de la nueva administración de suprimir el erario público, bajo las directrices del “plan motosierra”, del que se esperan más precisiones en las próximas horas.

Milei le delega a su jefe de ministros el ajustazo en las empresas públicas

El ingeniero deberá “intervenir en los planes de acción y los presupuestos de las sociedades del Estado, entidades autárquicas, organismos descentralizados o desconcentrados y cuentas y fondos especiales, cualquiera sea su denominación o naturaleza jurídica en su área”. Y en el pasaje más polémico de este articulo 21 del decreto, se explicita tendrá un rol central  “en su intervención, liquidación, cierre, privatización, fusión, disolución o centralización”.

Además podrá designar a “los directores que actuarán en representación del Estado nacional en las empresas y sociedades actuantes en la órbita de los Ministerios y Secretarías que conforman la Administración Pública Nacional”.

Milei le delega a su jefe de ministros el ajustazo en las empresas públicas

Posse se impone por sobre la autoridad del titular de Economía Luis “Toto” Caputo, y definirá las “pautas” de su intervención, atribución que le será vedada al exministro macrista, quien lo “asistirá”.

Se plantea que Caputo deberá actuar “de conformidad con las pautas y lineamentos impartidos por el jefe de Gabinete de Ministros, en la administración de las participaciones mayoritarias o minoritarias que el Estado Nacional posea en sociedades o empresas, fundaciones o instituciones bancarias actuantes en su órbita”.

Estas obligaciones parecen no ser iguales para todos los miembros del nuevo Gabinete de Milei. El titular de la nueva cartera de Infraestructura Guillermo Ferraro, de quien dependen alguna de las empresas apuntadas para una privatización más rápida, como Aerolíneas Argentinas, Aysa, Corredores Viales y Ferrocarriles Argentinos, no tiene la imposición de seguir las pautas definidas por Milei y Posse.

Para más adelante quedarían los planes de privatización de YPF y Enarsa, empresas a las que el gobierno apunta a “ponerlas en valor” para luego sí venderlas, aunque hoy cumplen funciones estratégicas.

En esa carrera, Posse sacó ventaja.