En medio de una fuerte polémica por la prolongada estadía de Javier Milei en el Hotel Libertador, finalmente el Presidente abandona su habitación de lujo privada para mudarse a la Quinta de Olivos, donde aún se están realizando reformas para adaptar el lugar a sus cinco perros. 

A pocos días de cumplir un mes de gestión, el jefe de Estado deja el hotel de Eduardo Elsztain donde vivió desde el 22 de octubre pasado y se instala en la Residencia presidencial. Pero Milei no será el único habitante de la famosa quinta, la ministra de Capital Humano Sandra Petovello habitará en una de las casas de huéspedes en Olivos. 

En teoría, la demora para ocupar la residencia se produjo en parte por que no se habían terminado los caniles para los perros del primer mandatario. Sin embargo, Milei tampoco estaba con sus perros en el hotel donde se alojó en una habitación de 450 dólares la noche. 

Además, desde Casa Rosada aún evitan dar información sobre cómo se costeó la estadía del Presidente en el establecimiento de lujo y acerca de quién cubre los gastos de las reformas en Olivos. 

Esta situación dio pie a varias sospechas que involucran también a Eduardo Elsztain y ponen el foco en la designación de un alto funcionario del Grupo IRSA (empresa dueña del hotel porteño) como titular de los bienes del Estado. 

"A partir de hoy la residencia del presidente Milei será la residencia presidencial de Olivos", anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni. Ayer, el propio Presidente había adelantado la noticia en una entrevista con radio Mitre. 

Según trascendió, ya se trasladaron varios objetos personales del primer mandatario a la residencia y este lunes continuará la mudanza. Por su parte, Milei planea trabajar tres días desde la Quinta de Olivos y dos veces por semana ir a Casa Rosada para asistir a la reunión de gabinete.