A pocos días de la definición presidencial entre el líder de La Libertad Avanza Javier Milei y el ministro candidato de Unión por la Patria Sergio Massa, no queda margen para dejar algo librado al azar. En el elenco “libertario” lo saben muy bien y esperan concretar el apoyo que le garantizaron al candidato ultraconservador tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich. Y para eso hace falta gente y dinero.

Hay tres distritos fundamentales para determinar el rumbo de la contienda. Además de la Ciudad de Buenos Aires y de Córdoba, que esta semana estuvo en el centro de las miradas por la visita de Massa, la confirmación del cierre de campaña que dará Milei allí, y las especulaciones sobre el respaldo del gobernador Juan Schiaretti a LLA, el foco de atención está en la Provincia de Buenos Aires.

En este distrito, que con más de 13 millones de electores representan más el 37 por ciento del total del país, Juntos por el Cambio (JxC) garantizará en varios partidos un sostén territorial que incluye un despliegue militante solapado, repartiendo boletas de Milei, y sobre todo, mantendrá la fiscalización en las urnas el domingo 19.

Militancia con vergüenza: intendentes y territoriales PRO de la Provincia refuerzan por lo bajo la débil estructura de Milei

La fórmula que se suele reiterar en on y en off se reitera: siempre por lo bajo. Nadie quiere jugar un pleno y pedalear en el aire. Todas las voces consultadas por este medio también coincidien en que lo bien que le puede estar yendo al candidato de LLA en las encuestas no sirve de nada “si no se pueden fiscalizar los votos”.

Esta ayuda “incondicional”, como sostienen tanto Milei como cada integrante de su tropa, apunta a reforzar una estructura que en las últimas semanas se vio menguada por la negativa de una gran parte de la UCR provincial, sobre todo en las zonas del interior, que se plantaron “neutrales” en la contienda.  

La bajada de línea en el conjunto “libertario” para tender puentes hacia una fiscalización conjunta con los “halcones” cambiemistas hizo que figuras del ámbito bonaerense que tienen varias campañas en su haber volvieran a la carga. Uno de ellos es Cristian Ritondo, que se erigió como el encargado provincial para garantizar fiscales en cada distrito.

Militancia con vergüenza: intendentes y territoriales PRO de la Provincia refuerzan por lo bajo la débil estructura de Milei

“Calculamos que a principios de la semana que viene nos vamos a poner de acuerdo en todos los distritos con una fiscalización conjunta. La idea es cubrir el 100 por ciento en los 135 municipios”, señaló a Diagonales Guillermo Sánchez Sterli, encargado de la tarea, que reporta a Ritondo. Desde el equipo del primer diputado nacional, señalaron a este medio que los primeros encuentros de entrecruzamiento de equipos por estos días vienen “10 puntos”.

Varios intendentes cambiemistas ven un gran problema en Milei. Plantean que es una figura flotante sin estructura política y sin relaciones.

Guillermo Montenegro, reelecto por JxC en General Pueyrredón, distrito cogobernado entre el PRO y el radicalismo “halcón” de Maximiliano Abad, juega su propio partido en esta contienda. 

Si bien no hay un apoyo explícito en lo declamativo se descuenta que en ese partido, que tiene como cabecera a Mar del Plata y cuenta con casi 570 mil electores habilitados para votar, habrá movimientos desde el bando de Juntos para sostener competitivo a Milei.

Militancia con vergüenza: intendentes y territoriales PRO de la Provincia refuerzan por lo bajo la débil estructura de Milei

Influye en este caso la buena relación de “El Gordo” Montenegro con Ritondo y también con Mauricio Macri. Habla asiduamente con ambos y también con la propia Bullrich. Quien no tiene injerencia por el momento en esta cruzada “Prolibertaria” es el excandidato a gobernador provincial Néstor Grindetti.

Una situación similar ocurre en otros distritos bonaerenses populosos del Conurbano donde tanto los intendentes que ganaron, como figuras territoriales de la coalición, sostienen por arriba la “neutralidad”. Pero por lo bajo, participarán en las tareas de fiscalización.

Los municipios de Tres de Febrero, donde fue reelecto Diego Valenzuela, y Quilmes, donde Martiniano Molina cayó ante Mayra Mendoza, son casos ejemplo. Como representantes “moderados” de JxC, su línea oficial indica posición de indiferencia por los candidatos presidenciales, con mensajes de prudencia, pero en los hechos será, por lo que pudo averiguar Diagonales, algo diferente. Aún sin definición se mantiene en San Miguel, donde Jaime Méndez, que responde políticamente al exjefe comunal Joaquín de la Torre.

En el bando “halcón” todo está más claro. En San Isidro, donde ganó Ramón Lanús del PRO, desbancando a la familia radical Posse del poder, el apoyo hacia Milei es explícito y no tiene pruritos para afirmar que dotarán a LLA de estructura.

Militancia con vergüenza: intendentes y territoriales PRO de la Provincia refuerzan por lo bajo la débil estructura de Milei

El concejal por La Matanza Eduardo “Lalo” Creus y su par diputado bonaerense Alejandro Finnochiaro son los encargados de garantizar, junto con los responsables por LLA, las 4.000 mesas que hay que cubrir para resguardar los votos de más de un millón de personas habilitadas, y que pueden definir la elección.  

En ese mismo sentido, un excandidato a intendente por Berazategui, Dante Moroni, aseguró a este medio que “ayudarán” a los libertarios para asegurar en un 100 por ciento la fiscalización.

Militancia con vergüenza: intendentes y territoriales PRO de la Provincia refuerzan por lo bajo la débil estructura de Milei

Así resumía Moroni su parecer, que es por donde transcurre el debate entre los dirigentes territoriales cambiemistas por estas horas: “Solo quedaron dos opciones, la que me gusta no está. A mí me gusta el asado y ahora hay pizza o empanadas, y entre esos platos hay que elegir. Es continuidad o cambio, y nosotros tenemos que apoyar el cambio. Los dirigentes ‘neutrales’ benefician la continuidad”.

Quizás por presión, quizás por “convicción” de último momento, a una semana de que todo se defina, lo mucho que aún queda por resolverse en la política bonaerense de JxC comience a encuadrarse hacia el bando mileista. Aunque sea, en silencio y de forma subterránea para no hacer mucho alboroto.