En pleno debate por la violencia ligada al narcotráfico en Rosario, un nuevo cruce se dio entre Gerardo Morales y Gabriela Cerruti, en relación a las medidas de seguridad para combatir el crimen organizado. En este caso, el gobernador jujeño sostuvo que la vocera presidencial “miente” en relación a la posibilidad de acceso a teléfonos celulares en cárceles, factor que la funcionaria de Nación descartó durante su conferencia de prensa de ayer.

“La portavoz Gabriela Cerruti miente y asegura que los delincuentes no tienen celulares en las cárceles. Este informe de la Procuraduría de Narcocriminalidad del 2021 (publicado el año pasado) no deja lugar a la imaginación: los jefes narcos operan desde la prisión con total impunidad”, indicó ayer en redes sociales el mandatario de Jujuy, donde compartió también imágenes del mencionado informe oficial. “Son 108 páginas de un informe que nadie en el Gobierno leyó. Sería más que prudente que lo estudien antes de la próxima conferencia de prensa”.

En tanto, la respuesta de parte de Cerruti no se hizo esperar. “Estimado gobernador, le sugiero que escuche o lea la respuesta completa antes de escribir sobre algo que no sucedió. Me preguntaron si íbamos a prohibir que tuvieran celulares, y es obvio que está prohibido. Y expliqué luego los problemas de penetración del crimen organizado”, contestó la portavoz de Casa Rosada.

La polémica se desató en torno a la conferencia de prensa de los jueves que brindó Cerruti, donde fue consultada sobre el uso de teléfonos en las cárceles y cómo esto resultaría una vía de operación para el crimen organizado.

“Los presos tienen acceso a hablar por teléfono, porque es parte de sus derechos humanos. Pero no tienen teléfonos. El verdadero problema del narcotráfico es que en veinte años y con las fortunas que manejan han logrado enquistarse en el mundo político, judicial y policial. Hay que tener controlados a todos los guardiacárceles, jueces y sectores involucrados”, fue la explicación de Cerruti durante la jornada de ayer.

En ese marco, llegó el señalamiento de Morales horas después, apoyándose en el informe que se refería a “maniobras narco criminales realizadas desde cárceles”, aunque el documento no hacía hincapié específico en utilización de teléfonos en las cárceles.