Tal como se anticipaba en la cumbre que compartió junto a los gobernadores radicales Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes), el mandatario jujeño Gerardo Morales se suma también a los boina blanca del interior que despegarán sus elecciones locales de las nacionales.

La decisión de Morales vuelve a poner el foco sobre el camino propio que gran parte del radicalismo decidió emprender respecto del ala dura del Cambiemos. Así lo demostraron Cornejo y Valdés, quienes también decidieron despegarse de Mauricio Macri en el plano electoral.

Es que los tropiezos del plan económico del macrismo, acentuado cada vez más desde los últimos meses, sumado a las fricciones en la discusión por el desdoblamiento, hicieron que el radicalismo a nivel nacional se ponga a la defensiva. En tanto, a través de diferentes reuniones con los gobernadores boina blanca, el macrismo buscó sellar la unidad de cara a las elecciones, aunque sin éxito.

Ahora, el despegue de Morales agrega más leña al fuego dentro del escenario, que encuentra a la UCR en pleno pedido de internas con el Pro por presidenciales, mientras que los esfuerzos de la Casa Rosada son cada vez mayores para mantener unificados criterios, armados de listas y- por sobre todas las cosas- el calendario electoral.

Por el momento, el deseo de Macri de ir juntos en las fechas y las boletas ha sido acatado por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Mientras tanto, en las arcas mayores de la UCR a nivel nacional se ha hablado de una “rebelión interna” que cada vez despierta más inquietudes en el oficialismo.