En el marco de negociaciones entre Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires para manejar la segunda ola de COVID19, el Gobierno decidió enviar un mensaje a las organizaciones sociales, a las que impedirá movilizar a CABA. Mientras se ultiman detalles para un nuevo paquete de medidas de restricción a la circulación, desde Casa Rosada marcan límites a las manifestaciones callejeras de todo tipo.

 En ese sentido, en las últimas horas se planteó la decisión de no permitir el ingreso de marchas ni movilizaciones al territorio gobernado por Horacio Rodríguez Larreta.

“Les estamos pidiendo a las organizaciones una responsabilidad. El derecho a la protesta está vigente, la constitución está vigente, no hay estado de sitio, pero lo que no se puede es no cumplir lo que cumplen otros ciudadanos, y esto vale para una protesta piquetera o para Patricia Bullrich en las murallas de Olivos en su grito libertario”, fueron las palabras del secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad de la Nación, Gabriel Fuks, en diálogo con Futurock.

La discusión se da en un escenario donde varias protestas se han hecho sentir en el centro porteño en las últimas semanas. Tanto los gremios docentes de Ciudad que rechazan la presencialidad en las aulas, como organizaciones barriales que reclaman mayores recursos de emergencia, han sido algunos de los sectores que mostraron fuerte presencia en las calles, en pleno desarrollo de la segunda ola de contagios de coronavirus.

En ese marco, se pronunció también el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, titular de una de las carteras que mantiene diálogo central con la organizaciones sociales al momento de planificar y acordar medidas de asistencia y apoyo a los sectores más relegados.

“No es tiempo de movilizaciones ni de amuchamiento de gente en las calles; todos vemos cantidad de casos, de gente que se ha reinfectado”, dijo en diálogo con Radio La Red y agregó: “Siempre le presto atención a los reclamos, tienen que ver con asistencia alimentaria y nosotros reforzamos todas las partidas, y con mucha gente que se quedó sin ingresos, pero es tiempo de ser muy cuidadosos”.

Mientras tanto, los sectores más beligerantes de la oposición refuerzan cada vez más la crítica al Gobierno por no prohibir las manifestaciones públicas en el microcentro porteño, mientras se desarrolla el lapso de restricciones a la circulación.