Finalmente y tal como se anunciaba en la previa, los comicios del domingo pasado hicieron que se venga el estallido. Lo que era un desenlace cantado pero nadie esperaba en forma tan abrupta y desprolija, es que el estallido fuera el de Juntos por el Cambio. Mauricio Macri se salió con la suya y se llevó a buena parte del PRO a acordar con un Milei entregado y suplicando por su patrocinio, pero con un 29,98% de los votos. El resto de la alianza que marcó el contrapunto del peronismo durante los últimos ocho años, saltó con los tapones de punta ante la decisión unilateral que terminó de detonar el frente. Todo transmitido en vivo y en directo, para echar más leña al fuego de una sociedad hastiada de la política de palacio y las disputas entre cúpulas dirigentes.

Si la movida le reportará un éxito al nuevo bloque Macri/Milei a partir de condensar el voto anti K, o si llevará agua para el molino de Unión por la Patria en forma de nuevas alianzas y votos de quienes lean un oportunismo de casta en la jugada, es temprano para juzgarlo en un Argentina que cambia minuto a minuto. Lo concreto es que el patético espectáculo opositor se contradijo con todo lo que JxC y LLA pregonaron previo a las generales, y en el oficialismo la definición fue no interrumpir la bestial pelea entre dirigentes ni los abrazos forzados entre quienes se acusaban y denunciaban en la justicia hasta hace unos días. Si el enemigo se equivoca, no interrumpirlo. La máxima de Napoleón Bonaparte de hizo hastagh en las redes del oficialismo y línea de acción bajada desde el equipo de campaña.

La estrategia de Massa pasa por mostrarse como lo absolutamente contrario al reality show opositor. Mientras Juntos por el Cambio se desangra, Macri fractura al PRO para terminar de conformar el polo de ultraderecha que siempre deseó y Milei se desdice de sí mismo para abrazarse a la casta, el candidato de UP se enfocó en mostrarse en modo presidente e insistiendo en su línea de unidad nacional. El concepto es dejar bien en claro la contraposición entre el desequilibrio, la inestabilidad y las peleas palaciegas de la oposición con una opción de orden real y capaz de conducir a un conjunto de actores que incluso exceda al peronismo.

No interrumpas a tu enemigo cuando se equivoca: la campaña de UP ante el nuevo eje Macri-Milei

“Unidad nacional es convocar a los mejores” fue el título que la comunicación de la campaña de Massa eligió de su discurso de este jueves tras la reunión con gobernadores en el CFI. Ese concepto fue acompañado de un video en paralelo del candidato ordenando a los mandatarios provinciales para la foto en las redes. En una campaña pensada al detalle y donde nada ocurre porque sí, el subtexto a leer es un Massa que se muestra a la vez dialoguista, amplio y firme para la toma de decisiones. “Porque además el 10 de diciembre el que toma las decisiones soy yo” fue otra de las frases resaltadas en la comunicación de campaña del candidato oficialista.

Para responder a lo que sucede del otro lado de la grieta que pretende saldar, Massa y su equipo bajaron una serie de ejes para la comunicación de los voceros de campaña. “Gobierno de unidad nacional”, “fin de la grieta” y “se abre un nuevo tiempo” funcionan como respuesta en espejo a la actitud agresiva y violenta del discurso de Milei, Macri y Bullrich, cimentado únicamente en la idea de terminar con el kirchnerismo. Frente a eso, UP plantea la polarización entre “construir vs. destruir”, “acordar y sumar vs. agredir”, interpretando que la demanda de la sociedad pasa por bajar el nivel de beligerancia de la política y centrarse en la construcción de soluciones a sus problemas.

Pensando en la necesidad de construir una nueva mayoría, enunciada por el propio Massa tras la victoria del domingo, la campaña se centrará en ofrecer “hacer las cosas de otra manera”, para “representar también a los que no nos votaron” y “hacer las reformas y acuerdos que se necesiten”. Por allí habrá que buscar el rumbo de las declaraciones de voceros en los próximos días.

No interrumpas a tu enemigo cuando se equivoca: la campaña de UP ante el nuevo eje Macri-Milei

Otra línea en pos de acercarse a la ciudadanía frente a la imagen contraria de la oposición tiene que ver con plantear que “los grandes ganadores de la jornada fueron las y los argentinos” que “debatieron sobre modelos de país y se comprometieron con diferentes proyectos”. El equipo de campaña se encargó de difundir entre sus voceros la idea de que, pese a la euforia por el triunfo, “Massa hizo un discurso medido, le habló con humildad a quienes no lo votaron y dijo que trabajará para ganarse su confianza”. También, el destacar que el candidato de UP se mantuvo firme en su propuesta inicial de un gobierno de unidad nacional, “mientras otros cambiaron drásticamente su discurso”.

Un dato que la campaña aportó a los voceros para estos días es que Massa utilizó en su discurso en el búnker 11 veces la palabra “Argentina” y otras seis veces la palabra “argentinos”. En contraposición a ello, en el discurso de Milei la palabra que más proliferó fue kirchnerismo, en un evidente cambio de su eje de polarización que antes se trazaba con la idea de una casta en la que entraba prácticamente todo el sistema político.

“Milei abandonó el discurso anticasta e intentó reproducir sin mucho éxito algunos mensajes de JxC” es otro de los ejes con los que el oficialismo sale a polarizar con el candidato libertario. En la campaña de UP interpretan que eso “dejó desorientados a sus seguidores”, y que “Milei  que creía que iba a ganar en primera o, en el peor escenario, que iba a ser el más votado, le costó reconocer los resultados y bajar al bunker”.

No interrumpas a tu enemigo cuando se equivoca: la campaña de UP ante el nuevo eje Macri-Milei

A su vez y en términos positivos, desde la campaña de UP también se buscar resaltar la épica de la remontada, plasmada en el dato de que “nunca antes un candidato presidencial había sumado tanto de una PASO a unas generales: 15,25 puntos porcentuales y 4.368.445 votos”. Esa remontada se dio con crecimientos en todas las provincias, y ocho en las que el resultado se dio vuelta: Tierra del Fuego, Santa Cruz, Río Negro, La Pampa, La Rioja, Tucumán, Entre Ríos y Corrientes.

Massa y su equipo prestan especial atención al crecimiento en el interior del país, con territorios que serán claves en la disputa hacia la segunda vuelta. “Empezamos a trabajar en la construcción de nuevos pactos federales, Argentina tiene la oportunidad de ampliar la coparticipación de las provincias” afirmó el ministro candidato luego de reunirse con los gobernadores del PJ. Atentos habrán escuchado los 10 gobernadores de JxC, que se despegaron de la jugada de Macri y Milei, manteniéndose neutrales en su posicionamiento para el 19 de diciembre pero también conscientes de las diferencias del planteo de Massa con el expresado por Milei de eliminar la coparticipación.

Massa se pronunció por el federalismo y lo plasmó en la cuestión de los subsidios al transporte en el AMBA. Un tema que tiene especial pregnancia en Córdoba, provincia que puede ser determinante para el balotaje. Allí cosechó Macri más del 70% en 2015, allí ganó Milei en agosto y octubre, y allí sacó 665.717 votos Schiaretti el domingo que podrían haber significado otra historia para Patricia Bullrich.

No interrumpas a tu enemigo cuando se equivoca: la campaña de UP ante el nuevo eje Macri-Milei

Las redes ya se tienden de ambos lados sobre la provincia mediterránea. Macri mencionó en la entrevista que dio en Radio Mitre explícitamente al voto cordobés como uno de los motores del cambio, en un intento de pescar en pecera conocida. UP tira sus líneas y ya Marcos Torres, intendente de Alta Gracia, y  Nadia Fernández, vicepresidenta de la legislatura Cordobesa, manifestaron su apoyo a Massa. En el oficialismo, sin embargo, se encargan en insistir en que la búsqueda por no es una rosca entre dirigentes sino hacia la gente, y buscan evitar agitar las aguas sobre los acuerdos que se puedan estar trabajando “por arriba” en las provincias.

Massa acordó una plataforma programática con los gobernadores con fuerte impronta federal y que será objeto de seducción para los mandatarios no alineados al PJ. “Los argentinos tienen que saber que con gobernadores, con intendentes, pero sobre todo con un gobierno de los mejores, no cayendo en esa discusión partidocrática. Todos me conocen, en algún momento me criticaron la vocación de diálogo que he tenido a lo largo de mi vida política” lanzó Massa apuntando a los referentes provinciales que no estaban en la reunión, pero con muchos de los cuales mantiene un vínculo fluido.

“Creo que es el tiempo de empezar un nuevo gobierno, una nueva etapa, y que esa nueva etapa tenga como característica el diálogo con todos los sectores. Voy a elegir a los mejores sin dependencia de ninguna condición o cuestionamiento político” reforzó el ministro candidato, en línea con la campaña que seguirá ejecutando UP para polarizar con el discurso acotado al antikirchnerismo de Milei, Macri y Bullrich.

La primera semana post electoral ya comenzó a reconfigurar las piezas en el tablero. Quizás por el golpazo de los casi siete puntos de diferencia que lo dejaron segundo, Milei tuvo que apurar un acuerdo entre gallos y medianoche con Macri que detonó a JxC. Sin que se haya traducido aún en la conquista de algún apoyo explícito por parte de los sectores que quedaron huérfanos ante esa decisión, Massa profundiza su estrategia de brazos abiertos, convocatoria al diálogo y la unidad nacional. Quizás, aunque eso no se vea en la superficie, su postura ya esté dando frutos por abajo y en los territorios, que es donde están los votos que definirán la segunda vuelta. Todavía resta mucha campaña por delante.