Números complicados para LLA: Cayó la confianza de los argentinos en el gobierno de Javier Milei
Agosto reveló un notorio descenso en el Índice de Confianza en el Gobierno y confirma una tendencia de declive que se viene registrando en los últimos meses.
En medio del escándalo por las coimas, el Gobierno recibió un dato desalentador: la confianza de los argentinos en la administración libertaria cayó 13,6 % en agosto y alcanzó el nivel más bajo de la presidencia de Javier Milei.
Así lo reveló el último Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) que elabora la Universidad Torcuato Di Tella, en un escenario cada vez más complejo para el Gobierno nacional, no solo por las denuncias de corrupción, sino por la situación económica y social que atraviesa el país.
Lejos de ser un número aislado, la caída del ICG de agosto confirma una tendencia de declive que se registró durante los últimos meses. El Índice de Confianza en el Gobierno es un indicador clave para medir el humor social y refleja un aumento del desencanto con la gestión de Milei.
El indicador de la Universidad Di Tella mide la confianza en base a cinco ejes: la evaluación general del Gobierno, la percepción de la honestidad de los funcionarios, la capacidad para resolver los problemas del país, la eficiencia en la gestión y la honestidad en la lucha contra la corrupción.
El relevamiento registró una baja en la mayoría de los ítems y muestra un descontento social creciente.
Una de las razones principales que explican este fenómeno es la pulverización del poder adquisitivo de la ciudadanía y la dificultad para llegar a fin de mes.
Un informe del Banco Central confirmó que cada vez más familias no pueden pagar sus tarjetas de crédito. En junio de 2025, la morosidad en el pago de las tarjetas aumentó 4,4 %, el doble respecto del mismo mes de 2024, y la morosidad en la cancelación de los créditos personales fue de 2,9 %.
A pesar de las promesas y los discursos oficialistas que hablan de una recuperación económica, los argentinos no perciben mejoras tangibles en sus bolsillos y la confianza en el Gobierno empieza a diluirse.