De todas las formas que había para saludar al flamante León XIV, la que eligió el Gobierno Nacional podría ser la peor de todas. Sin dudas es la más vergonzosa: minutos después de la entronización de Robert Prevost como cabecilla de la Iglesia Católica, el mandatario Javier Milei lo saludó con un ridículo meme hecho con IA que muestra a un león como Sumo Pontífice. Por si fuera poco, la Presidencia ni siquiera mencionó al Papa Francisco, pero sí a las “fuerzas del cielo”, a las que pidió que “acompañen” al nuevo líder religioso. Papelón mundial.

X de Javier Milei

Sobre las 14.37, aproximadamente media hora después de la salida del cardenal estadounidense peruano como nuevo Papa, el Presidente hizo lo que mejor sabe: tuitear. “Las fuerzas del cielo han dado su veredicto de modo claro. No más palabras, señor juez. Fin”, escribió contento Milei en un posteo que incluía un meme ridículo: la imagen, realizada con Inteligencia Artificial, de un león vestido como nuevo Papa – un juego de palabras narcisista en el que el Presidente se compara con nada menos que el Sumo Pontífice.

Siete minutos antes, el Gobierno Nacional publicaba un comunicado oficial para saludar al electo líder eclesiástico en “un nuevo capítulo de la historia de la Iglesia y el mundo”. El texto insiste en la necesidad de defender “los pilares que han sostenido la civilización: la vida, como don principal; la libertad, como don sagrado del Creador; y la propiedad privada, como fundamento de la responsabilidad personal y del desarrollo de los pueblos”. Se trata, por tanto, de un mero panfleto partidario más que de un homenaje formal o un mensaje sentido.

X de Oficina del Presidente

De hecho, lo más polémico del asunto es que la carta de la Oficina de la Presidencia no menciona en ningún momento al Papa Francisco ni hace referencia a su legado. La apuesta fue duplicada por el vocero Manuel Adorni en un bonito tweet bien libertario: “El mundo necesita el despertar de los leones. Dios lo bendiga y que las Fuerzas del Cielo lo acompañen”. Imposible distinguir ya, pues, entre las comunicaciones estatales y los lemas de La Libertad Avanza (LLA). Una vergüenza.