Este jueves, varias líneas de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) no realizaron sus recorridos habituales debido a una retención de tareas, confirmada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA). La causa de esta medida fue el reclamo de los trabajadores por el pago de sumas adeudadas como parte de un aumento salarial, el cual los empresarios no pueden afrontar. 

Mario Calegari, vocero del gremio, expresó que están dispuestos a trabajar si se deposita el dinero reclamado. Por su parte, desde la comisión directiva de la UTA se explicó que más de 400 líneas de colectivos, gestionadas por empresas agrupadas en cinco cámaras, se vieron afectadas, dejando a 9 millones de pasajeros sin servicio. 

Los choferes se presentarán en sus lugares de trabajo, pero no iniciarán los recorridos hasta que se realice el depósito de las sumas reclamadas. Los empresarios afirmaron que no tienen deudas salariales y advirtieron que quienes no trabajen no recibirán su salario completo. 

La empresa Moqsa informó que pagó la totalidad de los salarios homologados, pero la retención de tareas sindical impidió que el servicio se brindara con normalidad. Esta situación surgió tras una reunión entre la UTA, las cámaras empresariales y la Secretaría de Transporte de la Nación, donde las posiciones se mantuvieron firmes. 

El sindicato argumenta que les corresponde un sueldo básico de 987.000 pesos ajustado por el IPC de febrero, mientras que las empresas sostienen que pagaron 737.000 pesos como salario básico en marzo y no adeudan sumas salariales. 

Esta discrepancia genera el conflicto actual. En medio de este escenario, los trabajadores esperarán el pago total de los salarios como requisito previo para iniciar sus tareas. La tensión persiste entre los empresarios y el sindicato, quienes se reunirán nuevamente el próximo lunes para intentar resolver el conflicto.