Bombazo para el Gobierno y particularmente para Martín Guzmán. El mismo día en que se anunció finalmente la segmentación de tarifas y se oficializó el acuerdo con el FMI, los dos temas más calientes en la interna oficialista hoy por hoy, pegó un resonante portazo un asesor del Ministerio de Economía especializado en cuestiones energéticas y que respondía a Guzmán. Se trata de Javier Papa, que se fue con una carta incendiaria en la que criticó medidas a corto plazo del Gobierno así como también áreas específicas del gabinete.

“Impulsan mi desvinculación las continuas medidas de corto plazo que no se condicen con un rumbo económico desarrollista de mediano y largo plazo, que nuestro país tanto necesita” disparó Papa en su carta de renuncia, justo en el momento en que el kirchnerismo y el sector de Guzmán parecerían haber llegado a un acuerdo en la discusión por los aumentos tarifarios.

Pero no se quedó en esa crítica genérica sino que, aunque no puso nombre y apellido, apuntó contra áreas concretas del gabinete nacional implicadas en distintos capítulos de la polémica y la interna por las tarifas y en materia energética. “Esto sumado a las formas de gestión prevalentes tanto dentro de su Ministerio (Secretaria de Energía, Gabinete de Asesores), como por fuera (Ministerio de Ambiente), las cuales resultan incompatibles con mi formación profesional, ética laboral y vocación de servicio público” expresó Papa. Y culminó criticando “personalismos” que irían contra su manera de concebir la gestión: “Estoy convencido que solo a través de una planificación seria, una comunicación transparente y un genuino interés colectivo (no personalista) se podrá entonces poner a la Argentina de pie y alcanzar una economía más próspera, estable y con justicia social”.

Polémica renuncia de un asesor de Guzmán en medio de la discusión por las tarifas y el acuerdo con el Fondo

No es la primera vez que Papa renuncia a un cargo, y de su salida anterior pueden extraerse algunas puntas para pensar contra quién dispara en su carta. Papa, un funcionario de perfil técnico, licenciado en Economía de la UBA y especializado en innovación, energías renovables y desarrollo económico según su propia descripción, asumió en noviembre del 2020 como subsecretario de Planeamiento Energético con el impulso de Guzmán. No era una designación más. El Ministro de Economía ponía un jugador propio en una de las cuatro subsecretarías dependientes de la Secretaría de Energía, a cargo de Darío Martínez. Una especia de contrapeso para la figura del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, tal vez el enemigo público número uno de Guzmán al interior del Gobierno.

Pero el 21 de agosto del 2021 Javier Papa presentó su renuncia a ese cargo en un escueto comunicado en el que argumentó “motivos profesionales, entre otros”. Ya en ese momento surgieron versiones sobre tensiones entre Papa y la conducción política de la secretaría encabezada por Martínez, así como también con funcionarios del Ministerio de Ambiente y la Cancillería. Uno de los motivos podría haber sido la Ley de Promoción a las Inversiones Hidrocarburíferas, ya que dentro de las líneas más impulsadas por Papa estaba el desarrollo de hidrógeno verde y energías renovables. Su reemplazante en la subsecretaría fue Santiago López Osornio, otro hombre de Guzmán que fue oficializado en el cargo diez días después de la renuncia de Papa y que unos días antes había participado de la presentación de esa Ley a periodistas junto a Darío Martínez y el Director de YPF, Demian Panigo.

En aquel momento, fuentes cercanas a Guzmán habían dicho que Papa seguiría en la órbita del Ministro, y así fue que recaló en el cargo de Asesor del Ministerio de Economía al que renunció ayer, esta vez de una manera mucho más ruidosa y en un momento muy sensible para el Gobierno.

El portazo de Papa se da justamente a un día de que el oficialismo comunicara el esquema de segmentación de tarifas que parecería estar acordado tanto con el Fondo como a nivel interno. Si bien faltan ultimar detalles, lo que se oficializó fue la conformación de tres segmentos, uno de los cuales dejará de recibir subsidios y sus tarifas podrían subir entre un 100% y un 200%. Para los otros dos, la variación tarifaria se calculará a partir del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del Indec. Este índice promedia los salarios del sector público, privado e informal, y el año pasado registró una suba del 53,4%.

Los usuarios beneficiarios de la tarifa social serán el segmento que menos aumento soporte, y cada año el incremento será del 40% del CVS del año anterior. Para este año eso corresponde a un 21,3% de aumento, cercano al 20% que impulsaba el kirchnerismo a través de su espada energética, Federico Basualdo. Para el tercer segmento, en el que estarán incluidos la mayoría de los usuarios, los aumentos corresponderán al 80% del CVS del año anterior. En 2022 eso significará un incremento tarifario del 42,7%.

Quedará la incógnita sobre si este esquema fue o no el detonante para la estruendosa renuncia de Papa. Pero lo cierto es que, justo cuando parecía que el Gobierno tendría un respiro en la interna que lo viene sacudiendo tanto por la cuestión energética como por el acuerdo con el FMI, el ruidos alejamiento del hombre de Guzmán levanta una polvareda que habrá que ver hasta dónde llega.