Fue anunciado con bombos y platillos en agosto del año pasado con el objetivo de “convertir planes sociales en empleo genuino”, una de las frases predilectas del ministro de Economía, Sergio Massa. Sin embargo, el programa bautizado “Puente al Empleo” solo le consiguió trabajo formal desde que entró en vigencia a poco más de cien beneficiarios y beneficiarias del Potenciar Trabajo, el principal plan social del país. 

El dato surge de información oficial del Ministerio de Trabajo a la que accedió Diagonales a través de un pedido de acceso a la información pública presentado a inicios de este año. Según la cartera que conduce Kelly Olmos, apenas 102 titulares del Potenciar Trabajo ingresaron al mercado laboral formal vía “Puente al Empleo”, el programa lanzado por el ministro de Economía con ese fin. Ese universo diminuto representa apenas el 0,01 por ciento del total de titulares del plan social más extendido, que en diciembre pasado (último dato disponible) era percibido por 1,2 millones de personas. 

Creado a través del decreto 551/2022, “Puente al Empleo” fue uno de los principales anuncios de Sergio Massa en su primera conferencia como ministro de Economía. La idea consiste en ofrecer incentivos a las empresas para que tomen a beneficiarios de planes sociales, como la exención del 100 por ciento de las cargas patronales de cada uno de los contratados y el aporte del Estado de una porción del salario equivalente al plan, que es de medio salario mínimo. Pero pese al entusiasmo inicial (los equipos del ministro estimaban unos 200 mil puestos de trabajo en dos años), por ahora está muy lejos de cumplir las expectativas. 

Potenciar Trabajo: apenas un centenar de titulares accedieron a un empleo formal a través del programa de Massa

“La verdad no sorprende para nada el número”, se quejaron cerca de un dirigente social de la UTEP que también es funcionario ante la consulta de Diagonales sobre el fracaso del programa. “Es una receta vieja para resolver uno de los problemas más complejos que tiene hoy la Argentina, que es la informalidad del trabajo”, sostuvieron y aseguraron no haber sido consultados para su implementación. “Lo que hay que hacer es reconocer el trabajo que ya existe y formalizarlo por ejemplo a través del monotributo productivo”, agregaron, fieles al planteo histórico de la Economía Popular.  

La propuesta de Massa, de todos modos, no tenía mucho de novedosa: el Gobierno ya venía trabajando en algunas líneas similares como el “Potenciar Empleo”, el “Fomentar Empleo” y otros programas de reinserción laboral de los ministerios de Trabajo, Desarrollo Social y Mujeres, Género y Diversidad. La gran mayoría, por una resolución de octubre pasado, se adaptaron al nuevo diseño propuesto por el ministro, en la búsqueda de ordenar todas esas políticas de inclusión y poder mostrar números concretos y ordenados.

Potenciar Trabajo: apenas un centenar de titulares accedieron a un empleo formal a través del programa de Massa

Hasta ahora, en lo que va de la gestión del Frente de Todos, siempre según información oficial, resultaron beneficiadas hasta la fecha con empleo formal unas 6.917 personas, contando todos los programas. En su mayoría son desocupados que estaban enmarcados en algunas de las políticas vigentes del Ministerio de Trabajo, mucho antes de la llegada de Massa a Economía. 

En Desarrollo Social manejan números similares. A febrero de este año contaban unos 392 titulares del Potenciar Trabajo cuyas tarjetas habían sido dados de baja para ingresar tanto al Puente al Empleo como al Programa de Inserción Laboral (PIL), que fue absorbido por el primero. Lo más curioso del dato es que las bajas por empleo formal por fuera de cualquier programa, es decir cuando el titular consigue trabajo en blanco por sus propios medios, fue diez veces mayor, de 4511 personas en total.  

Potenciar Trabajo: apenas un centenar de titulares accedieron a un empleo formal a través del programa de Massa

Diagonales también inquirió al Ejecutivo sobre en qué sectores productivos y en qué empresas esas personas lograron insertarse laboralmente, pero no obtuvo una respuesta. La firma que ponen como ejemplo es TextilCom, una empresa con sede en Lugano, en la Ciudad de Buenos Aires, pero también en distintas provincias. La ministra Victoria Tolosa Paz visitó la sede de esa empresa en La Rioja a poco de asumir. Antes lo habían hecho sus antecesores en el cargo Juan Pablo Zabaleta y Daniel Arroyo, en la sede porteña. 

Desde TextilCom habían asegurado a este medio que este tipo de programas son “una oportunidad maravillosa para cualquier empresa” y que contaban con una planta de casi 80 ex beneficiarios y beneficiarias del Potenciar. Pero una fuente del sector de las Pymes que conoce el asunto de cerca se lamentó porque “el sector privado necesita gente” y “estamos ya en abril y (el programa) mucho no se mueve”. 

El dirigente del MTE Juan Grabois ya había tenido un contrapunto con Tolosa Paz sobre el asunto, en plena guerra por el recorte del Potenciar. “Creció el PBI y también creció la pobreza. Nos están chamuyando con eso de convertir planes en trabajo. El problema son los 9 millones de trabajadores informales”, dijo. 

Más directa, la referenta del Frente Popular Darío Santillán y secretaria adjunta de la UTEP, Dina Sánchez, aseguró a este medio que “este tipo de programas son puro marketing”. “La generación de trabajo con derechos, dentro del mercado laboral, con contrato, aguinaldo, vacaciones, es algo que no se está dando de manera masiva hace varios años y mucho menos en este contexto económico crítico en el que vivimos”, sostuvo. 

“Si uno va a cualquier unidad productiva de la Economía Popular se va a encontrar  a las compañeras en los talleres textiles, a los trabajadores en las obras de integración urbana, a los cartoneros, a las cocineras en los comedores comunitarios, en fin, todo el mundo trabaja, cobre o no cobre planes. Lo que pasa es que más de 8 millones de personas hoy lo hacen en la informalidad. Y como no tienen respuesta para eso, lo único que dicen la gran mayoría de los políticos es que van a convertir los planes en trabajo. Decir eso les garpa. Pero mienten”, denunció.  

Para Sánchez, “a veces parece que fingen demencia”. “Los mismos que les decían a nuestras compañeras que su tarea en la pandemia fue esencial —agregó— hoy son supuestamente las planeras vagas que no quieren trabajar y a las que hay que mandar a una empresa o a capacitarse porque su trabajo no vale. Creo que en el fondo, nunca entendieron la economía popular. O no les importamos”.