El gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, tomó la decisión de sacar a su familia de la ciudad de Rosario, donde residían, con el objetivo de resguardar su seguridad ante dos amenazas con tintes mafiosos sufridas en diciembre de 2023, apenas días después de asumir su cargo al frente de la Casa Gris. 

Estas amenazas se enmarcan en el contexto de la lucha contra el narcotráfico que lleva adelante el gobierno santafesino, y se vieron reflejadas en tiroteos ocurridos en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y en una sucursal del Banco Macro. 

En ambos lugares se dejaron mensajes dirigidos al gobernador y su familia, en respuesta a ciertos operativos llevados a cabo en la ciudad. Estos episodios de violencia desencadenaron una serie de allanamientos en la ciudad de Rosario y un importante operativo dentro de la cárcel de Piñero, con el fin de desbaratar un búnker vinculado al narcotráfico. 

Pullaro habló sobre las amenazas y la seguridad de su familia - #TelefeSantaFe

En una entrevista con Radiofónica FM 100.7, Pullaro expresó su pesar por la situación: “Sigo haciendo de todo, pero de lo único que sí me arrepiento es que tuve que sacar a mi familia de la ciudad por unos días por las amenazas que tuve. Y a mí me pesa mucho no ver a mis hijos porque son mi cable a tierra, pero son las que a veces uno tiene que hacer. Yo no los voy a exponer ni arriesgar”. 

El gobernador también destacó que, inicialmente, su familia estuvo encerrada en su departamento, sin salir siquiera a la calle, debido a su preocupación por la seguridad. Asimismo, hizo hincapié en que no iba a recurrir a la estrategia de asignar un gran número de policías para su protección, ya que consideraba que no era una medida adecuada ni ética.