Qué se juegan los Milei en la elección en Corrientes
La estrategia de Karina y Lule Menem, que llevó a no acordar con el gobernador Gustavo Valdés, podría resultar una catástrofe que deje al oficialismo nacional en el cuarto lugar. La pérdida de apoyo al presidente y la consolidación de un bloque de gobernadores. El impacto en el tramo final de la campaña bonaerense.
A raíz de la intervención federal en Corrientes en el año 2001, la provincia es una de las dos, junto con Santiago del Estero, que tienen su calendario electoral desfasado dos años respecto del resto de las provincias del país. Es por esto que en los años de elecciones legislativas en la provincia del litoral argentino se elige gobernador. Este domingo 31 de agosto, además, los correntinos elegirán cinco senadores y 15 diputados provinciales, en unos comicios que pueden cristalizar un duro momento político para el oficialismo nacional.
El gobernador Gustavo Valdés termina su segundo mandato y no puede ser reelecto un tercero. Su heredero será su hermano, Juan Pablo Valdés, intendente del departamento de Ituzaingó. Corrientes tendrá así un recambio en la cúpula de su gobierno por primera vez desde 2017, año en que Valdés llegó al poder con una alianza que hoy va dividida a las elecciones.
Como sucede en muchas provincias opositoras al peronismo y al kirchnerismo, el apoyo electoral que recibió y la buena imagen que aún conserva Javier Milei están mediados por la figura del gobernador local. Gustavo Valdés fue reelecto en 2021 con más del 75% de los votos y termina su gestión con buenos índices de aprobación. Valdés negoció desde esa posición la posibilidad de un acuerdo electoral con La Libertad Avanza, estrategia adoptada por su vecino chaqueño, el también radical Leandro Zdero. Pero el acuerdo no fue posible: la estrategia de Lule Menem, y por ende de Karina Milei, de poner candidatos propios y buscar fortalecer el sello de LLA pensando en disputar a futuro la provincia se impuso por sobre el pragmatismo que hubiera significado una alianza con el Gobierno correntino.
Este domingo las urnas correntinas dictarán un veredicto a esa decisión arriesgada, que no fue compartida por otros sectores del Gobierno nacional pero que no pudo ser discutida por provenir de “El Jefe”. Si el resultado de la lista libertaria es malo, los pases de factura en el triángulo de hierro recrudecerán la ya cruenta interna que hoy divide y enfrenta a las distintas tropas del oficialismo.
El candidato de Karina Milei y Lule Menem es el diputado Lisandro Almirón, quien antes fuera concejal de la capital correntina. Lo acompaña en la fórmula Evelyn Karsten, actual secretaria parlamentaria de la Cámara de Diputados de la Nación. Almirón no es un dirigente de peso y con una estructura política propia en la provincia que hiciera per se una decisión ganadora la de proyectarlo como candidato en contra del armado de Valdés. Pero la definición por instalar el sello y abonar a la construcción nacional de La Libertad Avanza hicieron que la cúpula partidaria se inclinara incluso por una campaña de confrontación directa con la gestión provincial.
Estos comicios no llegan en el mejor momento para el Gobierno nacional. La caída en picada que viene sufriendo el oficialismo a partir del escándalo de las coimas impacta en todo el país, y Corrientes quedará para la historia de esta novela como la segunda provincia, después de Buenos Aires, en la que Karina Milei fue repudiada en una actividad de campaña y debió suspenderla. Sucedió este jueves, cuando la hermana del presidente y Secretaria General de la Presidencia fue junto al titular de Diputados, Martín Menem, a acompañar a Almirón en el cierre de campaña. Un grupo de personas increpó a los dirigentes de LLA en la peatonal del centro de la capital correntina, en lo que fue el segundo escrache que sufrieron en la misma semana. A partir de eso, en LLA suspendieron una visita de Karina a la localidad bonaerense de Olavarría.
La estrategia de polarizar con el Gobierno provincial tampoco parece haber tenido muy en cuenta el contexto político de la provincia. La alianza con la que Valdés llegó al gobierno se fracturó, y por fuera quedó el ex gobernador y dirigente de peso en la provincia, Ricardo Colombi. El frente Encuentro por Corrientes (ECO), sello con el que el radicalismo llegó al poder, lleva de candidato a gobernador a Colombi, actual senador nacional, y como vice al también senador Martín Barrionuevo, proveniente de una fracción del PJ correntino.
Por su parte, el peronismo referenciado con el kirchnerismo lleva a Martín Ascúa como candidato a gobernador y al diputado del Frente Renovador, César Lezcano, como vice. El intendente del departamento de Paso de Los Libres encabeza la lista del frente “Limpiar Corrientes”, que contó con la visita de CFK a una de las principales actividades de la campaña. Fue el último acto público en el que participó la ex presidenta antes de que la Corte ratificara su condena y quedara detenida en su departamento de San José 1111.
Estos dos actores de la política local tienen un peso específico propio que los ubica, en los análisis previos y en las encuestas, por encima del armado libertario. Con la alianza de gobierno rota y una parte importante por fuera, la discusión hoy por hoy es si a Juan Pablo y Gustavo Valdés les alcanzará para ganar en primera vuelta, para lo cual necesitan llegar al 45% de los votos, o al 40% sacándole 10 puntos al segundo.
La discusión entonces es si habrá o no balotaje en Corrientes, pero el candidato de los Milei no figura entre las posibilidades más concretas para llegar a un mano a mano con el hermano del actual gobernador. El segundo lugar se lo estarían disputando entre el peronismo y ECO, y si se da una escenario de segunda vuelta, algo que no sucede desde 2009 cuando Ricardo Colombi venció a su primo Arturo Colombi, para La Libertad Avanza sería todo un fracaso ni siquiera llegar a disputar ese lugar.
Una encuesta de los últimos días de CB Consultora arrojó una intención de voto del 35,8% para Vamos Corrientes, que crece hasta el 40,8% si se proyecta a los indecisos. Si el frente de los hermanos Valdés, que incluye entre otras fuerzas políticas al PRO, rompe el techo del 40%, no habrá segunda vuelta.
El mismo estudio tiene en un virtual empate técnico a Ascúa y a Colombi. El frente del peronismo aparece segundo con un 17,4% de intención de voto y el del ex gobernador registró un 16,4%. Almirón y La Libertad Avanza quedaron lejos, con una intención de voto del 10,8%.
La estrategia de enfrentarse a Valdés, uno de los gobernadores que más apoyó las iniciativas del oficialismo en el Congreso nacional, decantó en otras pérdidas políticas para La Libertad Avanza. La primera fue el salto del senador nacional Carlos “Camau” Espínola a las filas del gobernador. Espínola fue crucial para el Gobierno nacional en votaciones clave como la de la Ley Bases. El bloque que componían con Edgardo Kueider, detenido por intentar cruzar ilegalmente 200 mil dólares a Paraguay, era una de las llaves del oficialismo nacional para destrabar el territorio hostil del Senado. El ex candidato a gobernador del Frente Para la Victoria kirchnerista en 2013 sonó incluso como un posible candidato libertario para enfrentar a Valdés. Karina y Menem se inclinaron por Almirón, y el resultado fue que el dirigente surgido del peronismo pasó a engrosar el armado de Valdés.
La mala praxis de los armadores políticos de LLA con sus decisiones en Corrientes tuvieron otra consecuencia que puede ser grave para las aspiraciones del Gobierno nacional. Gustavo Valdés selló recientemente su alianza con los gobernadores que conformaron el frente centrista “Provincias Unidas”, abonando a una estrategia político electoral que puede significarle un dolor de cabeza a los hermanos Milei en muchas provincias el 26 de octubre.
El gobernador anunció su desembarco en Provincias Unidas en el cierre de campaña, en un acto al que asistieron sus pares de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, de Jujuy, Carlos Sadir, y de Chubut, Ignacio Torres, o el ex gobernador cordobés, Juan Schiaretti. La consolidación de ese bloque que intenta distanciarse del Gobierno nacional sin pegarse al peronismo amenaza la polarización que La Libertad Avanza necesita instalar de cara a las legislativas, ante las cuales no parece tener otra campaña posible que la de insistir con su slogan de “kirchnerismo nunca más”. Es por esto que la estrategia de pelearse con los gobernadores adoptada por Karina y Lule Menem reconfiguró un tablero político en el cual el Gobierno nacional tenía todo dado para jugar a ser la única alternativa al peronismo, pero en el que ahora deberá discutir a dos frentes con armados locales en varias provincias del país.
La oferta electoral correntina se completa con cuatro listas más, una de las cuales también está compuesta por libertarios, con el abogado Carlos “Teke” Romero a la cabeza. Cada voto que esa lista le robe a la de Almirón será decisivo para ver cuán lejos queda La Libertad Avanza de un tercer lugar que hoy por hoy pareciera ser lo máximo a lo cual puede aspirar.
Los Milei se juegan mucho en unos comicios que se darán en pleno impacto del escándalo de las coimas y a una semana de las elecciones bonaerenses, el gran test electoral en la previa del de octubre. La decisión de confrontar con el oficialismo de Valdés y de ir con un candidato desconocido y con poco peso propio como Almirón puede resultar un tiro que le salga por la culata a Karina y a Lule Menem. Si La Libertad Avanza termina cuarta, el clima derrotista que Milei ya desliza en cada discurso de cara al 7 de septiembre se profundizará. Todo en una semana donde probablemente se sigan conociendo episodios de la trama de corrupción que se destapó en la ANDIS pero que podría extenderse a otras áreas de la gestión. Javier y Karina Milei se autoconvencieron de que se llevarían puesto todo el sistema político del país y las provincias. Ahora deberán demostrarlo en las urnas.