El escenario de fragmentación y de armados precarios dentro de los partidos políticos tradicionales es un hecho mundial, y la Argentina, como se percibe hace años, no está exenta. La tensión dentro de la UCR en las distintas provincias suma otro capítulo de resquemores por cómo cerrará su marco de alianzas con el Gobierno nacional.

La dispersión partidaria, sumada a la imagen positiva que aún conserva Javier Milei en el interior del país hacen que los referentes provinciales del “partido centenario” tengan como principal búsqueda de alianzas al oficialismo “libertario”. Pero a medida que pasan las semanas y no se acercan definiciones, todo parece cuesta arriba.

La misión del radicalismo, en sus distintas opciones provinciales, es alcanzar acuerdos con el Poder Ejecutivo nacional, que todavía saca a relucir la buena imagen presidencial en el interior del país.

El norte es la experiencia en Chaco, donde el gobernador Leandro Zdero supo armar un frente con Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, y Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General de la Presidencia, para imponerse en la elección legislativa local. 

Pero el último a antecedente de esta relación es menos auspicioso. Se trata de la fallida alianza de La Libertad Avanza (LLA) en Misiones con Martín Arjol, uno de los “héroes” del Congreso nacional por el veto de la Ley de Movilidad jubilatoria. El legislador también había quedado fuera del bloque radical, y debió improvisar un armado de última hora para rascar sin éxito algún lugar en la legislatura provincial: se ubicó quinto.

TAREA FINA

De esto toman nota referentes nacionales de la UCR como Alfredo Cornejo. El gobernador de Mendoza, de los mandatarios que tienen mejor relación con el Presidente, todavía no define el cronograma electoral en la provincia cuyana.

Aflora la posibilidad del desdoblamiento de las legislativas provinciales para que no sean concurrentes el 26 de octubre, día de los comicios para el Congreso nacional. Incluso trasciende la posibilidad de que las elecciones para legisladores locales sean recién el año que viene.

En todas estas conversaciones aparecen dos escollos. El primero es a nivel intrapartidario, y tiene que ver con la interna que mantiene con el actual ministro de Defensa nacional Luis Petri, a quien había vencido en las PASO del 2023 cuando la pareja de Cristina Pérez fue precandidato a gobernador.

Si prospera un acuerdo entre los dos espacios de la UCR provincial, hay más chances de destrabar las negociaciones que no se definen con La Libertad Avanza (LLA), que sigue la receta que parece imponer la secretaria General de la Presidencia Karina Milei: anteponer el sello LLA en cada contienda provincial o, en caso contrario, romper con sus potenciales aliados.

Otro que se las ve mal y navega en la indefinición es Gustavo Valdés. Pero el problema es aún peor para el radical que hace 8 años que está en la gobernación de Corrientes, y es otro de los mandatarios con mejor llegada a la Casa Rosada: lo que está en juego es la elección ejecutiva, que será el 31 de agosto.

En esta provincia, un combinado de encuestas indica que solo hay un tercio de votantes que se inclinaría por la opción radical, que hace 24 años que es gestión. En un estudio realizado por el encuestador Benjamin Gebhard, se sostiene que "casi el 70% quiere otra cosa y el 21% que sea parcial". Esto chocaría con la intención de Valdés de que sea su hermano Juan Pablo el que encabece la propuesta del oficialismo provincial.

La buena imagen de Milei, de acuerdo a este trabajo, indica las posibilidades de que sea un “libertario pura cepa” como el actual diputado nacional Lisandro Almirón, el que pueda disputar palmo a palmo la gobernación contra la continuidad radical.  

Otro integrante de la Cámara baja, el cordobés titular del bloque radical Rodrigo de Loredo, y de los principales colaboracionistas con el Gobierno nacional en este año y medio de gestión, registró el fracaso por el no acuerdo con LLA en Misiones y prepara un marco de alianzas alternativo de cara a las elecciones locales.

Si no prospera un frente “radical libertario”, De Loredo ensaya una reedición del plan original de agruparse junto con el PRO provincial, que tiene como principal referente al senador nacional Luis Juez.

La interna en la UCR de Córdoba que enfrenta al diputado nacional con Ramón Mestre, es algo que desvela a muchos correligionarios de cara a la elección de legisladores nacionales del 26 de octubre. La meta de De Loredo es “provincializar” esa elección y disputar al oficialismo peronista de Martín Llaryora.

La válvula de salida fue la convocatoria a una mesa de negociación interna el 3 de agosto, momento en el que se definirán los candidatos y se decidirá el rumbo de un radicalismo que, como el resto de las fuerzas nacionales, aun navega en la incertidumbre.