La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) rechazaron el propósito del Gobierno de crear una "empresa testigo" para la comercialización de granos. Además, señalaron que el mercado local es "transparente" y uno de los de "mayor grado de desconcentración”" del planeta.

Las declaraciones del presidente Alberto Fernández en relación con el proceso judicial de la empresa Vicentin y del concurso de acreedores "no se corresponden con las condiciones del mercado de granos en Argentina", aseguraron las entidades en un comunicado.

Es más, "no existe un mercado cartelizado sino que en Argentina existe uno transparente con muchas empresas y cooperativas que compiten entre sí y que le han permitido al país ser un jugador mundial de relevancia más allá de los intentos intervencionistas contra la cadena agroindustrial".

También recalcaron que en el país "operan más de 20 empresas en el rubro de exportación de maíz y trigo, siendo uno de los países del mundo con mayor grado de desconcentración de empresas exportadoras con amplia presencia de empresas argentinas, cooperativas e internacionales". 

La crítica de Ciara y CEC se suma a la de los propios dirigentes de Vicentín quienes en un documento, y sin mencionar al presidente Alberto Fernández, precisaron que la compañía "no es ni puede ser una empresa testigo que ordene el mercado de granos, puesto que es tan solo una (gran) empresa de molienda que transforma granos en aceite y harina. Su participación antes de la presentación en concurso nunca alcanzó el 15% del sector".

Desde la Ciara y la CEC , señalaron que "tampoco resulta razonable instaurar una empresa testigo dado que el gobierno tiene un control pleno", sobre ella comercialización de granos.

"Registra todos los contratos de exportación y los autoriza; cuotifica la exportación de maíz y trigo para permitir volumen suficiente de consumo nacional y ejerce los plazos más cortos del mundo en ingreso de divisas", manifestaron.

Para las entidades, "el Estado argentino es el más presente de todos los países exportadores de granos y derivados" y en el mundo "las experiencias de empresas estatales de granos fueron eliminadas en los países exportadores y competidores hace muchos años".

Entre los reclamos, CIARA y CEC puntualizaron que "la industria de molienda de soja está estancada hace diez años con la mitad de su capacidad ociosa debido a la falta de una política que promueva su cultivo e industrialización", mientras que "la mayor carga tributaria de la economía argentina está sobre la cadena de valor de la soja y no hay tecnologías nuevas".

"El Estado debería trabajar en resolver estos problemas para que el primer aportante de divisas del país crezca en lugar de disponerse a gastar los impuestos de los contribuyentes en operaciones de empresas privadas", concluyeron.