El presidente del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa), Pablo Cortese, renunció en las últimas horas a su cargo en medio de una fuerte disputa con los laboratorios locales por las medidas que habilitaron la importación de productos veterinarios y vacunas contra la fiebre aftosa.

El ahora es funcionario fue titular del organismo por menos de ocho meses en el cargo, pero el tiempo fue suficiente para quedar envuelto en una fuerte polémica que tensionó la relación entre el gobierno de Javier Milei y laboratorios privados argentinos por la desregulación del mercado. 

Es que durante la gestión de Cortese, el Senasa agilizó la importación de productos veterinarios para bajar los costos en el sector agropecuario. El propio presidente Javier Milei celebró la medida en la Exposición Rural y, en un intento de congraciarse con el campo -además de la baja de retenciones- aseguró que “vamos a tener vacunas a mitad de precio”

El anuncio pretendía cosechar aplausos entre el sector agropecuario y los obtuvo. Sin embargo, generó el rechazo de la Cámara de laboratorios (Caprove) que cuestionó las medidas y advirtió que ponen en riesgo a una industria que emplea a más de 8.000 personas y exporta por más de 100 millones de dólares al año. 

En abril pasado, el Senasa había autorizado el ingreso al país de un lote de vacunas importadas desde Brasil por una empresa local. Poco después, un laboratorio competidor denunció presuntas irregularidades, falta de controles y reclamó una investigación interna en el organismo.

Tras las denuncias y el repudio del sector, Cortese expresó su malestar por la falta de respaldo institucional y, finalmente, decidió renunciar al cargo. 

Si bien aún no fue ofilizado el reemplazo, trascendió que la exvicepresidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), María Beatriz Giraudo, sería la nueva titular del Senasa.