La disputa entre el kirchnerismo y el llamado “partido judicial” suma un nuevo capítulo. En este caso, la Corte Suprema de Justicia asestó un fuerte revés y declaró inconstitucional la ley de reforma del Consejo de la Magistratura, medida impulsada por Cristina Fernández de Kirchner en 2006.

La decisión fue unánime y los cuatro ministros votaron en consonancia, con la salvedad de Ricardo Lorenzetti que presentó una disidencia parcial en cuanto al rol que tendrá ahora el Congreso. Este nuevo movimiento judicial da por tierra la modificación promovida por CFK en 2006 que redujo la representación de miembros en el Consejo de la Magistratura a la hora de decidir la designación y remoción de jueces.

De esta manera, se retorna a la vieja conformación del cuerpo y se esperará a que el Congreso discuta un nuevo marco regulatorio. La noticia llega en un momento de suma delicadeza para las relaciones entre el Poder Judicial y el oficialismo, en especial frente a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien en reiteradas ocasiones denunció un proceso de “lawfare” en su contra.

En tanto, el Consejo de Magistratura se convierte en un elemento clave de disputa dentro del mapa político. Entre las varias facultades que posee el organismo, se ubican la de organizar los concursos de los nuevos jueces y analizar el desempeño de los magistrados, con la facultad de sancionarlos e incluso separarlos de sus cargos.

A partir de la reforma de 2006 que hoy fue anulada por la Corte, está compuesto por 3 jueces, 2 abogados, 4 legisladores de la mayoría, 2 legisladores de la minoría, 1 académico y 1 representante del Poder Ejecutivo.