En un clima de inseguridad que obligó a hacer cambios en el ministerio de Seguridad local, desde la ciudad de Rosario advierten que la ola de delitos vinculados al crimen organizado comenzó a extenderse “al conurbano y CABA”. Así lo definió Pablo Javkin, intendente de la capital de Santa Fe, quien alertó sobre el estado de situación delictiva y apuntó a la “falta de presencia policial” en muchos territorios.

“Empieza a pasar con mucha claridad y la misma modalidad en el Conurbano y en algunos sectores de la Capital (Federal) también”, dijo Javkin en declaraciones a FM Delta 90.3, en referencia a los constantes hechos delictivos vinculados a enfrentamientos de bandas, situación que está instalada en Rosario desde hace tiempo. “Quienes deben cuidarnos, no nos cuidan. No tenemos presencia aún en los territorios donde sabemos que hay que tenerla en forma urgente”, expresó.

Buena parte de las críticas del intendente Javkin fueron apuntadas a las fuerzas de seguridad locales y federales, en torno a la falta de peso y acción por parte tanto de la Policía como de Gendarmería. “En barrio Ludueña llevamos 22 homicidios y 56 heridos de arma de fuego en lo que va del año, concentrados en cuatro puntos. La Gendarmería tiene una presencia que permite que se mate gente en su cara. Esa situación es la que harta”, afirmó.

En tanto, las miradas están puestas al gobierno de Provincia y de Nación en relación a qué soluciones aportarán para ponerle un cese a la creciente violencia delictiva en Santa Fe. En ese marco, cabe destacar que el propio gobernador Omar Perotti, decidió tomar cartas en el asunto y removió del cargo a su ministro de Seguridad provincial, reemplazado ahora por Rubén Rimoldi.

Cabe recordar que los reclamos frente a la inseguridad quedaron opacados en los últimos meses en la agenda política y mediática, ante la creciente tensión por los problemas económicos del país. Fue durante los momentos de salida de la primera ola de COVID19 cuando mayor discusión tuvieron las políticas de seguridad, tras la vuelta de la circulación social después de los meses de cuarentena.