En medio del escándalo por los casos de espionaje político durante la gestión Cambiemos, las miradas están puestas sobre el alcalde de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, funcionario aun en gestión del mismo espacio político y que también resultó ser víctima de las operaciones de inteligencia. Detrás de él, se encolumna ahora su vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, quien apuesta a que la Justicia se encargue de resolver cuál será el destino de su propio jefe político, Mauricio Macri.

“Es espantoso, es feo, pero me parece que también uno tiene que ir, escuchar, ver lo que sucede y qué plantea la Justicia”, fueron las recientes declaraciones de Santilli en diálogo con TN, donde asumió una postura similar a la tomada por Larreta días atrás.

Es que desde el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ahora enfrentan el dilema de mantener la lealtad a su sector partidario, al mismo tiempo que deben reconocer la gravedad institucional de la investigación.

En ese sentido, Santilli dijo que hay que “confiar en la Justicia, que tiene que ir a fondo, y confiar en el espacio que uno representa”. Sin despegarse de Juntos por el Cambio pero sin descartar tampoco el impacto judicial y político que deba pagar el propio Mauricio Macri por la red de espionaje ilegal, el vicejefe de Gobierno se suma a la disyuntiva de Larreta sobre intentar proteger la imagen de su partido y, al mismo  tiempo, respetar la Justicia.

A diferencia del llamado “macrismo residual” decidido a dar pelea, el gobierno porteño mantiene la presión de gestionar con responsabilidad y está en la posición estratégica de tender diálogo con el oficialismo en Nación y Provincia. Larreta y Santilli saben que, en plena crisis por coronavirus, deben hacer equilibrio entre el Gobierno, la Justicia y su propia coalición partidaria.