Los primeros bocas de urna y las primeras tendencias nacionales marcaron un halo de optimismo en el oficialismo que se potenciaba con el correr de los minutos. Las caras de buenos amigos se multiplicaban a medida que avanzaba la tarde noche en el hotel Libertador de la Avenida Córdoba.

Es que, lejos de las aspiraciones de pintar al país de violeta, como repetía el presidente Javier Milei hace un par de meses, el objetivo aparecía más mesurado. Quedarse con las provincias relevantes en cantidad de electores era primordial. El panorama casi llegando a las 8 de la noche era un resultado por encima del 40 por ciento en Córdoba, y cercano a esa cifra en Santa Fe.

Recortar la diferencia en la Provincia de Buenos Aires, luego de la debacle del 7 de septiembre en las legislativas provinciales, era otro de los principales puntos. Y, según indican fuentes consultadas por Diagonales dentro del Libertador, la diferencia de 13 puntos hoy podría ser de la mitad. El peronismo solo se habría impuesto en la Tercera Sección electoral: el resto, sería todo "libertario".

A su vez, en el búnker libertario también había una importante euforia por la elección en la CABA. En el entorno libertario sostenían que Patricia Bullrich llegaría a los 45 puntos mientras que Alejandro Fargosi no alcanzaría los 40.

Quien salió primero a saludar a la militancia de unos 50 fanáticos de LLA que esperaban a los dirigentes oficialistas fue Karina Milei, con un discurso tan introductorio como breve, para no pisar "el palito". La hermana de Javier Milei fue insultada por algunos transeúntes que le recordaron el escándalo de las coimas de Andis al grito de "3 por ciento". Estuvo acompañada por Martin Menem que prefirió no dar declaraciones.

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